Veinte eurodiputados británicos han pedido a la primera ministra, Theresa May, que apoye la plena participación del Reino Unido en el mercado único y la unión aduanera después del "brexit", la salida de este país de la UE, según lo han señalado en una carta divulgada hoy.

Los eurodiputados - entre ellos conservadores, laboristas, liberaldemócratas y Verdes- señalan que el argumento a favor de permanecer en el mercado único es más fuerte desde el referéndum británico sobre Europa celebrado en 2016, informa "The Guardian".

En la misiva, de la que informa ese periódico, los eurodiputados advierten de que el Reino Unido será más pobre si el país sale del mercado de la Unión Europea (UE) e incluso sugieren que los votantes deberían tener la oportunidad de volver a decidir sobre si se procede finalmente al "brexit", previsto para marzo de 2019.

"La mejor manera de asegurar la prosperidad del Reino Unido sería la de permanecer cerca de Europa, dentro del mercado único y la unión aduanera", afirman los firmantes, entre ellos el conservador Charles Tannock, según "The Guardian".

En caso de que esto no fuese posible, "la gente tiene todo el derecho de decidir si el curso del brexit establecido por nuestro Gobierno es el correcto para nuestro país", añaden.

"Dejar la UE significa -subrayan- dejar nuestro asiento en la principal mesa de Europa y nos arriesgamos a ser tomadores de reglas en lugar de creadores de reglas".

El portavoz laborista del "brexit", Keir Starmer (en la oposición), ha indicado que su partido quiere que el Reino Unido permanezca en el mercado único y la unión aduanera durante un periodo de transición tras marzo de 2019.

May ha indicado que el país saldrá del mercado único y espera alcanzar un acuerdo en materia comercial con sus todavía socios de la UE.

Las actuales conversaciones sobre el "brexit" han pasado ya a la segunda fase, que estará centrada en la futura relación comercial y de seguridad entre Londres y Bruselas.

El pacto sobre la primera fase -alcanzado el pasado diciembre en Bruselas- hace referencia a la situación legal de los comunitarios, la factura que deberá pagar el Reino Unido por el "divorcio" y la frontera entre las dos Irlandas.

En virtud de ese acuerdo, se garantizan los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido, Londres pagará una suma considerable por el "divorcio" y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda seguirá siendo invisible.