La Policía Nacional ha desarticulado en Gran Canaria una organización criminal por estafar más de un millón de euros a través de sociedades ficticias a más de 90 empresas realizando compras que no abonaban.

En este sentido, captaban y pagaban a indigentes y toxicómanos para que figurasen como administradores de las sociedades y poder cometer las estafas, según informa la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

En total, los agentes han detenido a siete personas e investigado a una más, interviniéndose dos pistolas detonadoras, material informático, 6.785 euros en efectivo y mercancía valorada en 38.000 euros.

DENUNCIA DE UN INDIGENTE QUE FIRMÓ A CAMBIO DE 50 EUROS

Por su parte, la investigación se inició a raíz de la denuncia de un indigente que manifestó haber recibido una reclamación económica de Hacienda relacionada con una empresa creada en el año 2013, de la que él firmó como administrador único a cambio de 50 euros.

El hombre aportó que el individuo que le pagó por firmar también había convencido a más personas en su misma situación de indigencia o adicción a las drogas para que a cambio de dinero firmaran como administradores de las sociedades.

Con estos datos, los policías detectaron la presencia de una organización criminal e identificaron a los ocho integrantes de la misma que operaban desde la isla de Gran Canaria.

ESTAFA DE MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS

Varios miembros de la organización eran los encargados de localizar indigentes o toxicómanos, a los que en unas ocasiones engañaban con supuestas ofertas de trabajo y otras ocasiones simplemente ofrecían una suma de dinero que rondaba entre los 50 euros y los 400 euros a cambio de firmar como administradores de las empresas ficticias en primera instancia y posteriormente abrir cuentas bancarias a nombre de estos asociadas a las diferentes sociedades.

Asimismo, dos de los miembros de la organización criminal que regentaban una asesoría desde su domicilio eran los encargados de dar un aspecto legal a las empresas ficticias creadas a través de las que adquirieron bienes a más de 90 empresas de toda España por valor de más de un millón de euros que nunca llegaron a abonar.

Mientras, otros integrantes del grupo criminal eran los encargados de realizar labores de transporte de la mercancía fraudulentamente obtenida, que posteriormente era almacenada y vendida. Toda la actividad era coordinada y dirigida por el cabecilla de la organización.

DETENCIONES Y REGISTROS

Una vez identificados los ocho integrantes de la organización criminal, se procedió a la detención en Gran Canaria de siete de ellos, seis hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 29 y 58 años, resultando encartado en calidad de investigado un último integrante, un hombre de 84 años de edad.

A todos ellos se les considera presuntos responsables de un delito de estafa y pertenencia a organización criminal.

De igual modo, los agentes practicaron tres registros domiciliarios y otro en una nave industrial, donde se intervinieron dos pistolas detonadoras, 23 sellos de las diferentes empresas ficticias, material informático, documentación, mercancía valorada en más de 38.000 euros y 6.785 euros en efectivo.