El ascenso directo es un (casi) imposible para el Tenerife. Tendría que recuperar diez puntos de diferencia, algo que solo ha sucedido en una ocasión desde que las victorias valen tres puntos (temporada 95/96). Son 55 equipos que han dado el salto a Primera División por la vía directa y, aunque en 19 ocasiones, los dueños de esas plazas al final de la primera vuelta no subieron, las desventajas que recortaron sus sustitutos no fueron tan grandes.

El único precedente está en la temporada 96/97, en el que la UD Salamanca estaba separada por una decena de puntos en mitad del Campeonato. La llegada de Andoni Goikoetxea al banquillo del Helmántico permitió dar un salto de calidad al ya desaparecido equipo y protagonizar una remontada espectacular en la segunda vuelta de aquella Liga. Era la Unión de Vellisca, Barbará, Giovanella y companía. Finalmente, acompañó al Mérida en su ascenso directo a la máxima categoría.

Desde entonces, se han producido otras remontadas de consideración. Osasuna y Villareal remontaron seis y siete puntos en la temporada 99/00. Los castellonenses repitieron épica en la 12/13, recuperando seis. Y el Leganés, en la 15/16, estaba a cinco puntos del ascenso directo y acabó logrando el sueño. Pero esos ejemplos más recientes no le valen al Tenerife actual.

Los de Martí tendrán que copiar a aquel Salamanca si quieren alcanzar el objetivo que marcó inicialmente Miguel Concepción para esta temporada: una de las dos primeras plazas. Visto el rendimiento en estas 21 jornadas, parece aún más complicado.

Otra cosa es el "playoff". Los cinco puntos de diferencia sí tienen precedentes para estar finalmente en las eliminatorias. El Girona recuperó nueve en la 15/16, aunque luego no logró el ascenso. Más atrás, en la 11/12, fue el Alcorcón el equipo capaz de dar la vuelta a una situación que lo tenía a ocho de la promoción. Cinco justos recuperó el Valladolid en la 10/11, la primera con el actual formato de "playoff".

Estas son las oportunidades a las que se aferran los blanquiazules a partir de este sábado. La carrera, de 21 etapas, da de sobra. Pero primero debe alcanzar la velocidad de crucero de sus competidores.