Italia y Francia preparan un nuevo tratado bilateral que servirá además para afianzar el proyecto europeo en su base, alegaron hoy en Roma el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano en funciones, Paolo Gentiloni.

El "Tratado del Quirinale", para el que ambos líderes han formado grupos de trabajo y que llegará seguramente este año, está dirigido a "dar un marco más estable y ambicioso" a las relaciones entre los dos países, aseguró el presidente del Gobierno italiano.

"Cooperamos desde siempre en un modo extraordinario pero estamos convencidos de que (el tratado) puede hacer aún más fuertes y sistemáticas nuestras relaciones", señaló en rueda de prensa tras el encuentro que mantuvieron en Palacio Chigi, sede del Gobierno.

Por su parte Macron recordó que "en el origen de Europa está la relación franco-alemana" porque "cuando Francia y Alemania no logran ponerse de acuerdo Europa no puede avanzar", pero subrayó que esa relación "no es exclusiva".

"El vínculo con Italia es otra historia, es cultural, una amistad especial y específica. No compite ni es inferior (con Alemania) sino que es perfectamente complementaria. La relación es fuerte en todos los niveles y hemos querido impulsarla con el tratado", aseguró.

Gentiloni destacó que "ciertamente Italia, Alemania y Francia deben ser las promotoras de una Europa más ambiciosa" y, por ello, el hecho de que las relaciones entre ambos países "se estructuren mejor es absolutamente fundamental", alegó.

"Italia y Francia renuevan su fortísima y tradicional amistad y la proyectan en el futuro de Europa. En este futuro hay un gran compromiso sobre los bienes comunes y públicos europeos, la defensa, la seguridad y las políticas migratorias comunes", dijo Gentiloni.

El primer ministro en funciones italiano apostó por un proyecto europeo que "ponga en el centro la Unión Monetaria, la inversión, el empleo y el trabajo" y que sepa traducir el actual crecimiento en bienestar social.

Con el mencionado tratado, Italia y Francia pretenden afianzar sus relaciones, que en términos económicos se traducen en unos 80.000 millones de euros anuales en intercambios comerciales y siendo ambos países sus segundos y respectivos socios económicos.