La administradora única de una empresa dedicada a prestar servicios de mediación financiera entre particulares, empresas, entidades bancarias y de crédito de Tenerife, F. H. H., fue condenada a cumplir tres años y medio de cárcel y a devolver 235.250 euros a dos clientes a los que había estafado. Tras la entrega de importantes sumas de dinero, la acusada se comprometía a la devolución en corto espacio de tiempo con un elevado porcentaje de la cuantía prestada, como contraprestación al préstamo. En ocasiones el plazo se fijó en apenas un mes y el interés alcanzó el 300% e, incluso, más.

Para irse ganando la confianza de los afectados, la acusada procedía a atender algunos pagos, por lo que daba la apariencia de cumplimiento para lograr nuevos préstamos. En ciertos casos los importes principales no eran devueltos, ni tampoco la totalidad de los intereses pactados. Una de las denunciantes entregó un total de 153.000 euros en varios contratos sucesivos y solo recuperó 24.000. En otra ocasión, la acusada recibió 157.250 euros, de los que reintegró 51.000. Durante el juicio la procesada reconoció las deudas y manifestó que había firmado los contratos que resultaron incumplidos pensando que iba a pagar, "porque siempre lo había hecho antes". Llegó a pedir facilidades y se ofreció a cederles el crédito, pero los denunciantes no aceptaron.