Las llaman "sexy dolls" y son la versión de última generación de las muñecas hinchables de toda la vida. Barcelona se ha convertido en la primera ciudad de Europa en abrir un prostíbulo donde sus trabajadoras son auténticas muñecas. Está en el centro de la ciudad, pero se omite dar mucha más información para preservar la privacidad de los clientes. La web garantiza que con estas muñecas los clientes podrán cumplir sus fantasías "sin ningún límite" en una experiencia totalmente realista, puesto que las cuatro muñecas cuentan con los mismos orificios que una mujer; eso sí, la fisonomía de todas ellas es explosiva. Y sin más dilación se las presento. Primero tenemos a Katy, europea de 170 cm de altura; luego usted podría estar con Leiza, una africana de 168 cm de altura. Si sus gustos se decantan por lo asiático está Lily, de 161 cm, y ya para lo rematadamente excéntrico está Aki, un personaje de animación japonés que mide 165 cm.

Si se anima a pasar por el burdel, antes puede pedir que sus curiosas muñequitas lo reciban en la postura que más le guste o ataviadas con la ropita que a usted más lo excite. La empresa nos cuenta que estas "sexy dolls" tienen mucho éxito en Japón y que el precio de cada una de ellas puede rondar en torno a los seis mil euros. Quizás nos lo cuentan para justificar que un revolcón con ellas cueste ciento veinte euros. Y si bien esta novedad se oferta como una nueva experiencia a tener en cuenta, uno no acierta a saber cuándo, exactamente, una parte de la humanidad se empezó a ir al carajo.

@JC_Alberto