Los numerosos y valiosos hallazgos arqueológicos descubiertos en Pompeya, ciudad romana destruida en el año 79 d. J. por la erupción del Vesubio, es la base documental en la que se sustenta la exposición "Romanorum Vita. Una historia de Roma", que se desarrolla en la carpa instalada en la avenida Francisco La Roche, de Santa Cruz de Tenerife, hasta el próximo 25 de enero.

Isabel Rodá (Barcelona, 1948), comisaria de esta muestra promovida por la Obra Social La Caixa, la Fundación CajaCanarias y el Ayuntamiento de Santa Cruz, que ha sido visitada por más de quince mil personas, impartirá hoy una conferencia sobre la herencia de la cultura romana vigente en la actualidad, a partir de las 20:00 horas, en la sede de la Fundación CajaCanarias.

Esta doctora en Filosofía y Letras en la sección de Historia Antigua de la Autónoma de Barcelona, y catedrática de Arqueología, hablará sobre "Seguimos por caminos romanos" para hacer ver que nuestra cultura depende en muy buena parte de la romana y de otras que han ido enriqueciendo nuestro patrimonio".

Desde su punto de vista, hay muchos aspectos que señalan que "estamos siguiendo sin darnos cuenta las pautas que nos dejaron los romanos, como el derecho, la lengua, las vías romanas. Cuando estamos en la península, las buenas autopistas siguen los trazados de las calzadas romanas. Tenemos muchas cosas que les debemos a los romanos con sus ventajas e inconvenientes".

Esta investigadora también se refirió a las potentes infraestructuras que construyeron en aquella época que resisten el paso de los siglos. "Fueron concebidas para que resistieran, como arquitectura al servicio del ciudadano, de una provincia. Hay puentes que todavía sirven para las carreteras actuales y están soportando milenios. Son cosas que se empezaron a hacer por primera vez a gran escala".

Todos estos restos arqueológicos diseminados por lo que fue el extenso Imperio Romano atestiguan los grandes avances tecnológicos de esta cultura. Ellos inventaron el hormigón y empezaron a utilizar el arco de medio punto y otros avances arquitectónicos que aplicaron a sus construcciones.

Asimismo, destacó la importancia del suministro del agua corriente potable a las ciudades, que era conducida a cientos de kilómetros de distancia por los acueductos. "Incluso llegaron a inventar el mono mando, un grifo que mezcla el agua fría y caliente, que no lo volvimos a tener nosotros hasta los años 60 del siglo XX".

El instrumental médico que diseñaron, como los bisturíes, o el ordenamiento jurídico conocido como derecho romano establecido para gobernar el vasto imperio que dominaron, o las valiosas epigrafías, piedras con textos grabados en latín que encierran valiosas informaciones relacionadas con el día a día o cualquier aspecto de la sociedad romana.

Son mensajes directos, de tú a tu, sin intermediarios, al igual de los grafitis, algunos verdaderos carteles electorales en una cultura muy avanzada para su tiempo, en cuyas ciudades había elecciones municipales cada año, aunque con la salvedad de que la mujer no tenía derecho a voto ni a cargo público.

Esta especialista en arqueología romana también hablará sobre la presencia romana en las Islas Canarias. "Había mucho comercio con las Islas Afortunadas, se han localizado muchas ánforas. Los romanos venían a Canarias a coger muchos tipos de maderas, pescado para salazones y garum, y conchas para la púrpura. Cada vez se sabe más sobre el tema".

Isabel Rodá

de Llanza

comisaria de la exposición

Un pedazo de ciudad

La exposición "Romanorum Vita. Una historia de Roma" propone un recorrido por un pedazo de una ciudad romana que toma como ejemplo cómo era Pompeya antes de la erupción del Vesubio. Este tipo de ciudad "es extrapolable a otras y refleja cómo se vivía en los espacios públicos, en las calles, los comercios, las tabernas, los problemas del tráfico rodado, los ruidos , cómo se especulaba con el suelo o cómo era un día de elecciones".

Los diferentes espacios y objetos recreados están complementados con la proyección de dos audiovisuales que explican diversos aspectos de la vida en una ciudad romana en plena época imperial, en el foro, el senado, los teatros o el circo. También ofrece la posibilidad de escuchar los sonidos que dominaban el ambiente, además del olor de lugares como el de las mismas letrinas.