Esta tarde, a las 19:00 horas, se iluminará el escenario de los concursos y galas del Carnaval en el recinto ferial, que no se dará tregua hasta el miércoles de la elección de la reina, el 7 de febrero. Ayer, la empresa Benelux, de Beneharo Delgado, remataba el decorado, que se ha elaborado en tiempo récord. En la construcción en sí se han empleado 18 jornadas laborales; eso sí, casi han duplicado el personal, hasta contar con 27 operarios.

Hijo del "gran jefe" Luciano Delgado (como le gusta llamarlo) -director técnico del Carnaval durante casi 40 años- Benelux jugaba de chico entre escenarios de verdad. Aprendía mirando a su padre, hasta que le tocó tomar el relevo, si bien Luciano siempre está ahí. Ya en 2013 se sumó a la empresa, con pequeños montajes: carpas, vallas, decorados de menos calibre... Aunque admite que el Carnaval es su mayor proyecto profesional, en los últimos años la empresa ha realizado platós, y ha trabajado en las fiestas de mayo o de los barrios.

Asegura, con orgullo, que es un escenario hecho con la gente de aquí, donde hay capacidad, ingenio y calidad para sacar un gran decorado, reforzando a su plantilla con una decoradora y otros carpinteros. Beneharo se siente especialmente satisfecho porque esta edición, por fin, se hace realidad una vieja aspiración: combinar el decorado tradicional con la tecnología. Las proyecciones parecerán elementos tallados que cobran vida. ¿El decorado de la fantasía se puede comparar con los de la plaza de España? Beneharo es prudente: "Se va acercando". Explica que los presupuestos de antes eran muy superiores; en la calle se trabajaba hasta los 28 m de alto, frente a los once que condiciona el recinto. La empresa ha asumido el reto de construir el escenario más por reforzar el compromiso de la marca y el Carnaval que por el beneficio industrial. El resultado final ha sido elogiado tanto por el nuevo director técnico, José Luis Ramírez, como por el jefe de iluminación; el director de la gala o el escenógrafo. A partir de esta tarde... toma vida.