No deja indiferente y, como siempre, evidencia su capacidad dialéctica y estratégica incluso en charlas improvisadas, como esta. José Carlos Mauricio, exconsejero de Economía y cofundador de CC tras una dilatada trayectoria en la izquierda, se dedica ahora a asesorar en turismo y, de hecho, ocupa el centro de la polémica por ser uno de los ideólogos de los municipios turísticos isleños que, en Fitur, han aflorado una rebelión que va mucho más allá de la simple promoción. Pero es que a él le va la marcha y afirma, sin cortarse, que la política turística de los gobiernos regionales, incluido el suyo, "siempre ha sido un desastre".

¿Corre muchos riesgos Canarias de perder su actual posición de privilegio por la volatilidad turística?

El turismo es un negocio y, por tanto, hay que fijar leyes de la economía, pues hablamos del turismo como economía, no como algo divertido. En 2017, se situó entre los 4 o 5 sectores más importantes de la economía global. Recuerdo que, hace años, nos preguntábamos si se llegaría a mil millones de turistas anuales y ya estamos en 1.322 millones...

La población de China...

Sí, y significa que, junto a las farmacéuticas, la economía aeroespacial, automóviles y un par de cosas más, es uno de los grandes negocios de la globalización, pero es muy complejo. La gente cree que es simple, que llegas a un hotel y ya está, pero no. Exige una gestión muy compleja, y los canarios tenemos una experiencia muy importante, aunque, en principio, el turismo nos vino traído de fuera y el país emisor suele ejercer un control relevante del sector en las zonas subdesarrolladas. En Canarias, nos lo quitamos de encima en buena parte, colaborando con los grandes operadores e inversores, cuyo peso no es el de antes.

Somos más autónomos...

Lo que ha pasado es que, mientras el turismo avanza hasta los 1.322 millones, nosotros llegamos a 16, pero porque tenemos una materia prima excepcional, algo que se mide por el clima, calidad medioambiental y distancia sobre el país emisor...

Bueno, y seguridad y servicios.

Claro, en todo eso. ¿Cuándo es un país óptimo: con la distancia, que ya no es lo que era por el avance de la tecnología aérea y el coste del combustible; además, por el avance de la clase media, pues, a partir de cierta renta, el turismo se hace como necesidad, como comprar un coche o una casa. Y, claro, la clase media en el mundo ha crecido mucho...

Bueno, con la crisis ha menguado...

Pero ha crecido en los últimos 30 o 40 años. Lo que ocurre es que la crisis se ha dado, esencialmente, en el primer mundo y China es el mayor emisor de turistas, aunque aquí casi no llegan, porque pasó de una clase media de 100 millones a una de 600 en 25 años. Y ese turismo, el nuevo del siglo XXI, ya no solo ha de entenderse como un viaje de descanso, sino de aventura, descubrimiento y placer. En esto, y pese a los errores de gestión, por la masificación y el deterioro ambiental, Canarias ha cumplido las reglas del llamado turismo maduro, que tiene una ley, de un teórico, sobre el declive de esos destinos por el aumento de precios, de cupos y demás, por lo que dejan de ser competitivos...

Y Canarias es una excepción...

Sí, porque sus condiciones naturales son excepcionales y porque, en esta última década, en el turismo maduro, que se deteriora por los costes y la masificación, lo más importante ha pasado a ser la seguridad. Canarias tiene zonas masificadas, pero, si no subimos demasiado los precios y al estar a 4 horas de los grandes mercados, seguirá viniendo la gente, pues ya no quiere ir a Egipto, Turquía y demás por los atentados...

Por lo de la masificación, ¿se podría decir: bendita moratoria?

No, porque, tal y como se planteó, fue un error. Yo también la planteé y, si lo que se pretendía era frenar la construcción de mala calidad, bienvenida, pero no ocurrió. Y si se quería frenar la de calidad, eso es desastroso y las leyes de Rivero fueron un disparate porque frenaban hoteles de 4 y 5 estrellas...

Pero perjudicando, sobre todo, a Gran Canaria...

A todos, porque el turismo es un negocio que necesita reinversión permanente para mantener lo que los economistas llaman las ventajas competitivas. Si las pierdes, te hundes y, de momento, la gran ventaja que tenemos es la seguridad junto a una buena distancia para un destino con turismo todo el año, algo que no tienen nuestros competidores.

Vale, pero, ¿cuál debe ser el reto: fidelizar más, que el visitante esté más días y gaste más, pues nuestros competidores se recuperan...?

A pesar de todo, tenemos 16 millones, pues, para empezar, el turismo crece por ser una tendencia mundial y porque nuestros competidores son más débiles en clima, distancia, medio ambiente, precio y han tenido un receso que aprovechamos. El reto real es aprovechar estas vacas gordas para que no vengan muy flacas después, pues podemos perder 3 o 4 millones de turistas en poco tiempo, en cinco años.

¿Cómo resolver los riesgos de masificación si el Gobierno se ve desbordado para arreglar el alquiler vacacional, y no para de recalcar que ha de intervenir el Estado?

La política de los gobiernos de Canarias con el turismo ha sido siempre un desastre. Y sigue igual...

¿Por inexistente?

En gran parte por eso, por pensar que va solo. Un presupuesto de 8.000 millones y solo con 80 para Turismo lo dice todo. ¿Cómo es posible, Señor, que, siendo el 34% del PIB y el 35% del empleo y actividad, haya un 1% para Turismo?

¿Cuál era el porcentaje en su etapa?

Teníamos, por ejemplo, un plan de infraestructura, que el Gobierno dice querer rescatar, pero no le dedica ni una perra en este presupuesto...

Sí ha apelado a los recortes estatales.

Sí, pero ese plan no lo metieron en la agenda canaria negociada, pese a ser una prioridad absoluta. Para seguir siendo líderes mundiales hay que avanzar hacia el turismo de excelencia, la sostenibilidad y a atraer ese turismo nuevo que más gasta. No se medirá todo en pernoctaciones, pero, si en 2017 hubo unas 18.000 millones, habría que llevarlas a 20.000, a lo mejor con 2 millones de turistas menos; no importa, pues aún no tenemos masificación...

¿Y el alquiler vacacional?

Después hablamos de eso porque, si no, te pierdes en una anécdota? Tenemos que, rápidamente, elaborar una estrategia de 5 años, consensuarla con todos los sectores, pues el turismo no se puede gobernar ni desde el Gobierno, los cabildos o ayuntamientos, sino con los empresarios, con planes públicos-privados, como pasa en muchas partes, y con las principales instituciones, incluso con los sindicatos para un problema esencial ahora, como es el empleo y su calidad, que es una parte clave del servicio turístico.

Es que no hay parangón entre los récord del subsector y el paro o la situación laboral en mucho ámbito...

No, ninguno. Y dicen los empresarios: "Oiga, podría pagar más porque tengo márgenes de beneficios muy altos, pero ¿y si la cosa baja y me encuentro con unas plantillas con altos costes??". No, hombre, eso tiene solución, pero con una negociación laboral de acuerdo con las características de ahora del turismo, fijando variables según los servicios o la actividad, aunque esto exige una formación profesional nueva que el Gobierno no sabe hacerla. El turismo ya no es un señor que recoge platos o una señora que hace 35 camas cuando deberían ser 20; la excelencia exige calidad...

Que esa camarera sepa inglés...

Eso... es que lo de los idiomas es uno de nuestros fracasos históricos?

¿Y a qué lo achaca, ceguera...?

Sí, falta de visión absoluta, pues la formación profesional ha sido controlada por los que forman en oficios que se salen del mercado y que los defienden desesperadamente...

Por tanto, ¿culpa también a los sindicatos de ese gran desfase...

Los sindicatos son una de las instituciones que, sufriendo la crisis, siguen estancadas en el mundo previo a ella cuando, en realidad, no fue solo un bache y lo que viene es muy distinto. Por ejemplo, la revolución tecnológica es clave en el turismo y hay un retraso enorme en Canarias, cuyo nivel de innovación es el más bajo de España, que, a su vez, tiene el menor de Europa.

Pues no se para de hablar de cambio de modelo productivo...

Decía un famoso filósofo que, a veces, las palabras se inventan para esconder la realidad. ¿Qué decimos con eso del cambio del modelo?

¿Es un subterfugio dialéctico, una estrategia de despiste...?

No, son tópicos, y vivimos sobre una montaña de tópicos.

¿Igual sobre la energía limpia?

Ahora entramos en la energía, pero cerremos lo otro: el turismo tiene unas cifras y es tan decisivo para Canarias que necesita ser gobernado, que la locomotora no vaya sola: debe dirigirla alguien. Cuando en un avión hay turbulencias, los americanos se preguntan si hay alguien en la cabina, y habría que hacer igual con las del turismo canario. Sin embargo, en la consejería creen que esto es solo promoción, y la nuestra podría ser mejor, pero no es mala...

¿Qué mejoraría?

Para la fidelización del cliente, antes de mejorar hay que ganarlo, y esto lo hacen los hoteles, por ejemplo, teniendo controlado que "x" viene en cierta etapa, bebe whisky, le encantan estos espectáculos...

Pero la fidelización es muy alta.

Porque tenemos el producto y materia prima, probablemente, mejor del mundo, pero hay que fabricarlos con hoteles, servicios? Sin embargo, lo fabricado no está a la altura de esa maravillosa materia. La mantenemos porque, donde estamos, es el territorio más seguro, pero ¿cómo se gobierna el turismo con objetivos a medio plazo? Integrando renovación, tecnología, nueva oferta, oferta complementaria con el plan de infraestructura, porque la que tenemos es muy mala para el nuevo turismo? Todo esto hay que gobernarlo, consensuarlo y ese es el papel del Gobierno, pero ni lo hace ni se le ocurre hacerlo...

¿Por miedo al intervencionismo?

No, es que la consejería es una maría, tiene 80 millones. Cuando estaba en el Gobierno con Adán, y dentro del reparto del poder que hacen los partidos, la dirección general de Turismo se ofrecía como maría y nadie la quería. Todos preferían la dirección de Deportes.

¿Que esté unido Turismo, Cultura y Deportes es un error?

No, pero sí la manera en que está unido. Sería fantástico que estuvieran bien porque estamos construyendo una cultura e identidad nueva, la del canario globalizado y el turismo es un magnífico elemento. El estatuto que se aprueba ahora, dice que somos un Archipiélago atlántico y un solo pueblo...

Se aprueba entre comillas, pues la situación estatal lo ha congelado...

Pero esa es la definición: somos tricontinentales y, culturalmente, debemos crear la tricontinentalidad.

¿Y lo de la plataforma tricontinental, que se oye desde hace décadas, no es otra montaña de tópicos?

Sí, pero es que su gestión es otra maría. Nunca se ha hecho seriamente. El cambio debe basarse en que una parte esencial de nuestra economía y sociedad sea turística, pero de calidad. Y entendiendo el turismo no solo como traer viajeros, sino los productos culturales alrededor. No obstante, esto da para el 50% de nuestra economía, la otra mitad es la internacionalización, en la que vamos retrasadísimos. Cambiar no es apostar todo a la internacionalización, pero tampoco al turismo. Las 2 son imprescindibles.

Aun así, se hacen cosas con la internalización: ¿qué tal Ortega?

En muchos asuntos, como éste tan importante, el Gobierno es consciente del problema y tiene buenas intenciones, pero la internalización da resultados en unos 10 años y será entonces cuando sabremos que, ahora, nos seguimos equivocando porque no se plantea con realismo. Se habla de África, pero nadie conoce, ni estudia ni está en África: no tenemos instrumentos.

Bueno, Binter está yendo y algunos empresarios, también...

Pero nuestras exportaciones hacia África Occidental son una miseria, la décima parte que las de Andalucía y estamos estancados desde hace mucho. Sé que Clavijo se plantea esto seriamente y planteó correctamente las prioridades de la agenda canaria, aparte de lograr que el Estado no siguiera machacándonos. Es cierto que ha tenido mucha suerte, porque los votos canarios en Madrid son tan importantes aunque sean dos; es algo increíble, es tocarte el Gordo casi sin jugar. No obstante, ahora, que ha resuelto bien estos dos años, debe fijarse horizontes para el turismo, la internalización y la pobreza y marginalidad...

¿Se cree ese 44% de exclusión?

No, pero sí que nuestro nivel de pobreza y precariedad, en comparación con el europeo o, incluso, el español, es demasiado alto y que no podemos, como dijo una ministra francesa ayer, dejar marginado al 30% de la población en la recuperación. Esto necesita un plan de largo alcance no solo de asistencia social, sino de empleo, formación, cultural, educativo? y todo integrado, pues será un problema esencial en 10 años. Clavijo debe diseñar un proyecto, no para huir del agujero, pues ya salió, sino para definir una Canarias en progreso.

Y, a todo esto, usted asesorando a los municipios turísticos díscolos en Fitur: ¿irán a más; lo de menos es la promoción en este movimiento?

Sí, lo importante es la gestión del turismo y del dinero. Se equivoca el que piense que es solo promoción y se limita a Fitur. El Gobierno y, sobre todo, Carlos Alonso, ha estado ciego, es él quien politiza y arrastra a Clavijo. Los ayuntamientos tienen razón, la salida es hablar, resolverlo entre todos, pero los municipios conocen a fondo y viven cada día el turismo. No se les puede dirigir desde arriba sin tenérseles muy en cuenta.

Alquiler vacacional: "Será legal y bajará un 50%"

No dribló lo del alquilar vacacional y, al final de la charla, matiza que no es tan anecdótico. "En el nuevo turismo, hay un problema: para Fitur, llamé a un hotel, pero estaba lleno y, en tal caso, me cobraba 110 euros por noche. Entré en Airbnb y logré una casa entera por 60, estupenda y en Ópera. Además, es legal, está registrada y paga impuestos. El problema en sitios como Barcelona es que la mitad es ilegal y puede masificarse. Esto vive un boom, aunque acabará estabilizándose, con un 50% que desaparecerá. Las Palmas era una ciudad turística, pero dejó de serlo y, desde hace 5 años, vemos un turista que no solo busca sol y playa, como en el Puerto. Viene a algo nuevo. Las Palmas no creó hoteles. Tiene los mismos que hace 10 años y son el 20% de los de hace 30. Los apartamentos los han ocupado los emigrantes y, por tanto, no tiene oferta y sé de un montón de extranjeros que, llamando, vienen. Los que se mantendrán son los ubicados en la segunda línea de Las Canteras y en Vegueta, y también con hotelitos pequeños, si tienen calidad, están registrados y pagan impuestos". ¿Habrá decreto regional? El Gobierno dice que lo sacará y mi impresión es que, sobre esto y otras cosas urgentes, no tomará ninguna decisión". ¿Hay mucha presión, sobre todo de Ashotel? "Pero me importa un pito Ashotel, y si quieres lo publicas con el pito incluido. Si gobernara, pactaría con Ashotel, que hace propuestas muy interesantes, pero esta historia de que soy empresario y quiero que me quiten la competencia, eso no? ¿Es que Ashotel no apoyó la ley de Rivero para que no hubiera en Gran Canaria hoteles de 4 y 5 estrellas? ¿Se creen lo de la sociedad de mercado o no? Lo que no se puede hacer es permitir un competidor ilegal, pero con el alquiler vacacional se ha invertido un montón en renovar viviendas y patrimonio en declive."

Estatuto, REF, RUP, la UE, África, prospecciones...

Por supuesto, la conversación se ramificó al máximo y dio para que dijera que, por Cataluña, lo peor que puede hacer Canarias es impacientarse sobre el Estatuto, la financiación o el REF. "Lo importante es resolverlo bien, pero lo de la financiación ya pasaba en mi época". Además, cree clave que Canarias mejore como RUP, que entre esto en la Constitución (cuya reforma sí ve) y que aspiremos a un nivel de vida como el de los vascos, que tienen una "sobrefinanciación solo por la cuestión histórica del terrorismo desde Suárez". También reclama que el REF fiscal sea más adecuado para la exportación y que Europa nos priorice "como plataforma esencial con África para desarrollar juntos las energías limpias y comercializar, por ejemplo, su pesca". Asimismo, no le preocupan las prospecciones "porque no hay petróleo".