Hoy, desde las 20:30 horas, comienza el concurso rey del Carnaval, que este año, por su formato, supone un retroceso respecto a 2017: la organización volvió a abrir la mano en la final, que se amplía de siete a ocho participantes, y se celebrará el viernes, y no el sábado.

Esta edición hay 22 murgas adultas, una más con la incorporación de Diabólicas. La primera fase de hoy se puede considerar como una final adelantada. De los ocho participantes, cinco que han probado las mieles de la fiesta de la crítica y el pasacalle: Trapaseros, La Traviata, Triquikonas, Burlonas y Diablos Locos.

De las tres fases es la más potente. Mañana subirán Tras Con Tras, Los Que Son, Desbocados, Triqui-Traques, Mamelucos, Bambones, y Chinchosos, mientras que el miércoles estarán Marchilongas, Zeta-Zetas, Diabólicas, Ni Pico-Ni Corto, Los Trabas, Jocikudos y Ni Muchas.

Zeta-Zetas, ganadores de 2017 y máximos exponentes de la murga 3D, vienen a demostrar que no son flor de una final. Y quieren sorprender tanto como el monigote, pero no a hacerlo. Al frente, en plenitud, Pablo Moreno, que ha echado el resto en el montaje musical, cuyas letras son de los "iluminados" Santi Martel y Javi Lemus. Mamelucos (quintos de mañana, en la segunda fase) peleará por mantener su "premio a la regularidad": en los dos últimos ha conseguido un primer premio de Interpretación en 2016 y segundo en 2017. En sus filas, la sub''21 -capitaneada por Xerach Casanova y Airam Bazzocchi- ya juega de titular. Con un fichaje del banquillo de letristas de La Traviata: Javi El Pechi.

Clasificadas en tercer lugar en 2017, Triquikonas (cuartas de esta noche), con Almudena Domínguez en la dirección y el ingenio de Naara Hernández en las letras. Renovación importante en las filas. Se disfrazarán en una canción de serias, con letra de Raquel García, para hacer las delicias del público con la especialidad de la casa, el show triqui. Un ejemplo, "Raquel", su segundo tema de hoy. O "Adán y Eva", que promete ser una joya de pasar.

Inmersos en un debate existencial por culpa de un fallo de sonido que acabó con las voces de Bambones (sextos de la segunda fase de mañana) en desbandada en 2017, se espera a los de Primi Rodríguez. Siempre se les espera, y más si cabe, pues deben responder sobre el escenario a la pregunta: ¿Hay un fin de ciclo? Sus letras, perlas engarzadas por Jordán, "El Abogado", Nóbrega... Apuestan por su esencia, desde el ingenio. Objetivo: mantener el nivel y la sintonía de su pasacalle.

También Diablos (séptimos de esta noche) deberá despejar la incógnita de su estilo. Son los reyes del desorden más divertidos, sin embargo, inmersos en la doble dualidad de Maxi Carvajal y Víctor Asensio con su generación "Okaidi", se anuncian como #MásSeriosQueNunca. Y esto después de tres años en los que han pasado ajustados a la final.

Sorpresa de 2017, Burlonas (quintas de esta noche), quieren echar raíces en la final y que su estancia no sea una lotería. Sus letras, de Raquel García; con un montaje en el que ha llevado el peso Adela Peña.

Cuartos en la tercera fase, Ni Pico-Ni Corto, ya se ha instalado en la final. El proyecto que en los últimos años ha construido David Díaz y su padre, Fino, se ha hecho grande y consolidado. Primero con Carlos Estévanez, en la dirección artística, y Óscar Gómez, en la artística, y luego con una identidad, gracias a Nino, de Tiralenguas. Objetivo para esta edición, tutear ya en la gran final del viernes.

Hasta ahí, los finalistas del año pasado. A las puertas se quedaron hace doce meses La Traviata (segundos de esta noche), una formación potente y con buenas letras, con el encanto de Josechu Álvarez; las letras de Carlos Casanova y el montaje de José Antonio González "El Flaco, Juani Febles y Lolo Tavío. Vienen a sacarse la espina de haberlos dejado "aparcados" fuera del recinto.

También aspira a volver a la final Trapaseros, la mejor murga del Norte. Este año con el regreso del "hijo pródigo", Domi González, tras su escarceo por Triqui y Diablos. El montaje, de Ragüel Chávez; las letras, de una apuesta segura: Emilio Romero. Riaka.

Otra murga que fue grande, Los Triquis, que en los últimos años pelea por reencontrarse. Esta edición asciende a la dirección José Miguel Otero, que hace tándem con Zeben Albelo, que sustituye en la dirección musical a Francis Trujillo "La Juana", este año en las filas de Los Trabas.

Precisamente Los Trabas (quintos de la tercera fase del miércoles) peleará por quitarse de encima el "maleficio del Epi de 2017", en el que depositaron sus confianzas, y quieren encomendarse a algún santo, por obra y gracia de su letrista Yone Expósito, y pelear por llegar a final. Tienen un tridente musical: José María Tejera, el director; David Padilla, en montaje, y apuntalando con el exquisito gusto de "La Juana".

No quieren ser convidados de piedras Desbocados (terceros de la segunda fase). Con Juani Padilla en la dirección, parece que tienen que cantar el doble de bien que otros para llegar a una final que se les resiste teniendo mimbres. Consolidan estilo en letras con Nando Galván y Maxi López, y el montaje con brillo de Rubén García. Son nuevas pero cantan bonito: Diabólicas, la murga de Lali Carvajal, hermana de Maxi (Diablos), con un montaje de Romén Soriano. Ellas se dicen muy críticas, pero tienen un punto comercial, cercano y que conecta.

MasQLocas, con el encanto de Tania Fernández y las voces de Xerach Casanova, y Klandestinas, con el empeño de Cintia Prendes, letras de Javi El Pechi y montaje de Lolo Tavío, actuarán hoy e irán a hacer un buen papel.

También han entregado su ilusión, empeño y sacrificado familia Los Que Son, con montaje de Acaymo Correa; Tras Con Tras, de Melka Barrera y el trabajo musical de Cristo Casas, o Chinchosos, de Lolo Expósito y el trabajo musical de Adrián Montes de Oca, que ha ordenado voces. Ellos compartirán la segunda fase. El miércoles abrirá Marchilongas, de Keyla Jerez, que se reinventan en busca de enamorar con Julito Alfonso. Jocikudos, que ha recuperado en el último mes a Graci Martín en la dirección, o Ni Muchas, que apuesta por Toño Somethimes. Cambios para lograr ese plus que se llama final.

Este año se respira a las puertas de las fases la tensión propia de la final. Hasta hubo un amago de recusar como jurado a la periodista Natacha Llarena por las quinielas de sus favoritas para los premios de 2017 (dejó fuera a Zeta-Zetas). La organización dio a elegir en el último minuto un montaje con 26 o 30 micrófonos, y ayer, tras una reunión por la tarde, se mantiene como siempre (26). Eso sí, la plataforma del jurado se elevará respecto al emplazamiento de las murgas infantiles para garantizar su visión. Comienza el espectáculo.