He decidido participar de nuevo, ejerciendo mis derechos como representante político elegido democráticamente en las elecciones locales de 2015, en las comisiones y en el pleno del Ayuntamiento de La Laguna. El decreto de Fiscalía ha dejado meridianamente claro que en mi comportamiento no ha existido ningún ilícito penal. Es absolutamente falso que haya tenido ninguna actitud machista, ni física, ni verbal, ni simbólicamente, dentro o fuera del Ayuntamiento de La Laguna. Simplemente soy víctima de una repulsiva conspiración que no tiene otro objeto que aniquilarme políticamente y forzarme a entregar el acta de concejal, posibilitando así una moción de censura contra el gobierno municipal de Coalición Canaria y el PSOE.

Porque esa es la clave. Para entenderlo, solo es necesario hacer un poco de historia. Cuando el alcalde de La Laguna retira áreas de gestión al PSOE me mostré crítico y disconforme con la decisión. En diálogo con la dirección regional del PSOE, en ese momento reconsideré mi actitud, estando de acuerdo con el pacto entre CC y PSOE; así, los socialistas podríamos aplicar un amplio número de políticas progresistas y materializar buena parte de nuestro programa. En definitiva, era un buen pacto para La Laguna; es lo que creía y sigo creyendo. En La Laguna el PSOE nunca ha sido muleta de Coalición Canaria. Durante cuatro años, con el anterior alcalde, los socialistas dispusimos del control de numerosas áreas de gobierno. Lo mismo ha ocurrido a partir de 2015.

Mi decisión de optar por el pacto del gobierno suscrito por mi partido tuvo sus consecuencias. En un grupo privado de WhatsApp hice un comentario de mal gusto que no se refería, en ningún caso, a un comportamiento personal, sino a una tercera persona. Alguien hizo un pantallazo con algunas de esas frases y un mes después, cuando a los organizadores de esta trama les pareció más oportuno para sus fines, las puso a circular por las redes sociales y periódicos. Es irrelevante que fuera una conversación privada, que se descontextualizara las frases, que no se refiriera a ninguna realidad, que no condujera a ninguna acción judicial, que no tuviera entre mis atribuciones como concejal la contratación de personal. Se trataba de crucificar a un individuo a partir de tres frases en un wasap, y lo han conseguido.

El precio que he tenido que pagar por esta canallada ha sido muy alto. El sufrimiento y la tribulación que han padecido mi familia y mis amigos no los voy a perdonar jamás. Porque, además, esta ignominia continúa. Cada vez que entro en el salón de plenos debo soportar a un grupo de concejales montando la pantomima de un minuto de protesta por mi presencia. Saben perfectamente que yo no he tenido ningún comportamiento incorrecto, inapropiado ni mucho menos ilegal, pero les da exactamente lo mismo. Cada año decenas de mujeres son asesinadas en nuestro país y es vergonzoso que estos concejales trivialicen la protesta contra la violencia machista montando este numerito. Pero es que no protestan por el machismo; protestan porque soy un obstáculo para conseguir una mayoría que les permita presentar la moción de censura que llevan anunciando desde el 2015. Si no tuviera otras razones este deleznable comportamiento, me persuadiría de que estas personas puedan constituir una alternativa de gobierno para La Laguna. Porque ninguna operación política debe basarse en la mentira, en la calumnia y en el fingimiento.

Desgraciadamente mi partido, el PSOE, sucumbió a la brutal acometida de las redes sociales y a la falsa indignación sin pruebas ni datos que avalaran una acusación. Pero me gustaría aclarar, de nuevo, que sigo siendo socialista. Me gustaría aclarar de nuevo que lucharé por regresar al PSOE; tanto es así que he presentado recurso en tiempo y forma ante el Comité Federal de Ética y Garantías en contra de mi expulsión.

Me gustaría aclarar, por último, que no voy a ceder a esta campaña de vilezas ni a la presión de sus autores para facilitar el éxito de su ambición política. Seguiré trabajando por los laguneros y laguneras desde una óptica comprometida y progresista que ha sido siempre y seguirá siendo la mía.

*Concejal del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna