José Luis Martí vivió, por primera vez, la experiencia de encajar dos derrotas seguidas como entrenador del Tenerife. Pero el de ayer no fue un tropiezo más. El 1-3 dejó en un segundo plano la actuación de los futbolistas y avivó la conveniencia de que el club proceda a realizar un cambio en el banquillo. Al respecto, el actual jefe de la plantilla se limitó a decir que no es algo que forme parte de su trabajo. Lo suyo, según contó, consiste en "levantar el ánimo" del grupo y preparar el siguiente encuentro. Además, apuntó que se siente capacitado para mejorar el rumbo del conjunto tinerfeño.

El balear fue consultado por su continuidad en el club. "No temo nada", aclaró. "Intento estar preparado y me ocuparé de levantar el ánimo de los futbolistas y preparar el siguiente partido. Estoy con fuerzas y me veo capacitado".

Martí reconoció que ayer pasó su "pero día" como técnico del Tenerife, e insistió en que se siente "con fuerzas", a pesar de la decepcionante trayectoria y la imagen que da el equipo en el campo.

Respecto a la reunión que mantuvo el pasado miércoles con el presidente Miguel Concepción, Martí aclaró que fue rutinaria y que no incluyó ninguna advertencia del dirigente a modo de ultimátum. "Nos vemos una semana sí y otra no. Le transmití la idea que tenemos y que no queremos quedarnos en tierra de nadie", comentó.

En la búsqueda de soluciones a corto plazo, opinó que lo prioritario ahora es "levantar el ánimo" de los jugadores, empezando por el entrenamiento que llevarán a cabo hoy los blanquiazules. "Sabemos que los chicos tienen potencial, así que hay que machacar los conceptos y pelear el domingo que viene".

En cuanto a la derrota ante el Barcelona B, aportó "pocas explicaciones" en la posterior rueda de prensa. "No hay ninguna excusa. Hasta la primera ocasión del rival estuvimos bien. A partir del 0-1 nos entró nerviosismo. Luego tuvimos la posibilidad de meternos en el partido con el penalti, y un error nos condicionó y llegó el tercer tanto. Con el 0-3 se nos hizo cuesta arriba. Además, no hicimos bien la presión. Tras el descanso pusimos más gente por dentro, pero a la hora de finalizar no metimos buenos centros", repasó Martí.

"El Tenerife es un equipo trabajado, pero no tuvo su día"

Gerard López había advertido el sábado de que el Heliodoro era un "buen sitio" para que el Barcelona B lograra su segundo triunfo a domicilio. Y no se equivocó.

"Por la necesidad que teníamos de sumar y por todo, le tengo que dar un mérito brutal a mis chicos, porque leyeron muy bien el partido y supieron sufrir al principio", dijo el entrenador del filial azulgrana. "Era normal que, en su casa, el Tenerife saliera a apretar, y cuando el equipo pasó esos minutos llegaron los tres mazazos en tres jugadas que teníamos bien estudiadas, sobre todo la segunda, con un robo en el centro y una contra".

Gerard no dejó la sala de prensa del Heliodoro sin referirse a su rival de ayer en el banquillo local. "Le doy muchos ánimos a Martí. Es un gran entrenador y el Tenerife es un equipo bien trabajado, pero no tuvo su día", finalizó.