La financiación alternativa creció un 162 % en España en 2016, hasta los 131 millones de euros, con lo que el mercado español se situó en el quinto lugar dentro de la Unión Europea (UE) por volumen de inversión en este segmento, según un informe publicado por BBVA.

La financiación alternativa, en la que inversores particulares (individuos o empresas) prestan dinero a cambio de una contraprestación, solamente se incrementó más a nivel europeo en Francia, Alemania, Holanda y Finlandia, donde el sector bancario tiene menos peso en la economía.

En Europa, este tipo de financiación creció un 41 % a cierre de 2016, hasta los 7.671 millones de euros; sin embargo, continúa el estudio, excluyendo a Reino Unido, principal mercado en este segmento con el 73 % del total, el incremento fue del 101 %, al pasar de 1.091 millones a 2.063 millones.

De los distintos modelos de financiación alternativa, los que acumularon mayor inversión en España fueron los préstamos destinados a negocios, con un aumento del 104 % interanual, hasta alcanzar 44,5 millones de euros, lo que sitúa al mercado nacional en el tercer puesto en la UE.

En Europa, los préstamos entre particulares destinados al consumo aglutinaron el 34 % del total de financiación alternativa, y para financiar empresas supusieron el 17 %, por delante del "crowdlending" y el "crowdfunding".

Asimismo, el informe señala que la regulación es uno de los grandes retos de esta industria, aunque España y la mayoría de los países europeos ha implementado en los últimos años algún tipo de regulación nacional al respecto.