La búsqueda de la gijonesa Mari Trini Suardíaz y su bebé, desaparecidas en 1987, que se estaba llevando a cabo desde este pasado lunes en la antigua residencia del matrimonio de Berbes (Ribadesella) ha finalizado este martes, sobre las 12.00 horas, sin que los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Gijón hayan encontrado nada.

No obstante, se ha solicitado a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, Ana López Pandiella, que instruye el caso, que se realice una nueva búsqueda, han confirmado a Europa Press desde la Comisaría gijonesa.

En este caso, la jueza deberá decidir si autoriza realizar la inspección de unos vehículos que según los testimonios de un lugareño están en el pozo o la laguna de una bocamina en Berbes y que, según dijo, al parecer uno de ellos fue arrojado en su día por el marido, y padre, de las desaparecidas, Antonio María da Silva.

Cuando ambas desaparecieron, el marido de la mujer apuntó a que había sido una marcha voluntaria. Una versión que no aceptó la familia de la gijonesa quien, a través de su hermano, interpuso denuncia por la desaparición de la mujer y su hija, la cual atribuyó al marido, al que acusó de haber maltratado a su hermana.