El director general de la Marina Mercante, Rafael Martínez Valero, aseguró ayer que el correíllo "La Palma", buque construido en 1912 y actualmente atracado en el Muelle Sur del puerto de Santa Cruz, contará en cuanto sea posible con el correspondiente certificado que lo cataloga como buque histórico, posibilitando así su inclusión en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español. Asimismo, apuesta por que la embarcación vuelva a navegar y destacó su importancia.

Martínez Valero se comprometió a impulsar el desarrollo, mediante real decreto, de la disposición octava de la Ley de Navegación Marítima, norma que se detiene en la conservación del patrimonio que suponen las embarcaciones de época y reproducciones, sentando las bases de una regulación específica a desarrollar por el gobierno y un régimen fiscal especial. Consideró "obligación moral de las instituciones" impulsar la protección del patrimonio de España, manifestando que "exigirá lo que corresponda" para la clasificación del correíllo como buque histórico, lo que para él es "leyenda de un pueblo, de un país, la forma de vivir de una época".

Estos acuerdos fueron dados a conocer en una rueda de prensa celebrada a bordo del correíllo en la que intervinieron, junto a Martínez Valero, el presidente de Puertos de Tenerife, Ricardo Melchior, y Juan Pedro Morales, titular de la Fundación Canaria Correíllo La Palma y práctico del puerto tinerfeño.

El buque precisa una inversión de entre 4 y 5 millones de euros para finalizar su rehabilitación.

El objetivo final, cuando se repare también la maquinaria del correíllo, es que pueda navegar entre islas, como atracción turística y cultural, con un máximo de 150 personas.

Ricardo Melchior mostró su satisfacción con dicho compromiso destacando la importancia histórica de la nave en el transporte marítimo de los canarios y "testigo de sus penalidades y alegrías".

El presidente de Puertos de Tenerife manifestó la "ilusión con la que Juan Pedro Morales ha defendido el proyecto durante tantos años, ilusión que contagiaba", y la disposición de Martínez Valero por apoyar este tipo de proyectos.

Juan Pedro Morales dijo que la consecución de la certificación como buque histórico supondría "un trascendental respaldo para conseguir más ayudas para la restauración del correíllo", indicando que próximamente se procederá al cierre de la cubierta y se seguirán ejecutando obras parciales dependiendo de los apoyos económicos que se consigan.