Tenerife y Real Valladolid, rivales este domingo en el Rodríguez López, han marcado las trayectorias de tres de los jugadores que, en teoría, estarán pasado mañana entre los convocados. Los blanquiazules Dani Hernández y Juan Villar optaron por no continuar en el equipo castellano para comprometerse con el tinerfeño, mientras que el blanquivioleta Javi Moyano recorrió el camino contrario. Los tres comparten esta coincidencia, pero también la de haber pasado de un club a otro con polémica.

Dani no lo tuvo fácil para regresar al Tenerife en enero de 2015. Tanto le costó rescindir el contrato que le unía al Valladolid, que incluso llegó a negarse a entrenar por no sentirse en óptimas "condiciones psicológicas". Finalmente, tras un mes de incertidumbre, pudo cumplir su deseo. Atrás quedaron dos campañas y media en las que pudo vivir un ascenso a Primera y el debut en esta categoría. Ayer reconoció que "mucho de lo bueno" que ha vivido como futbolista se lo debe a la entidad con sede en el estadio José Zorrilla. "Estaba encantado en el equipo y en la ciudad, pero no me gustó la forma en la que salí, porque creo que tanto el club como yo merecíamos otra cosa, pero le guardo un cariño especial al Valladolid".

Tampoco se marchó por la puerta grande su compañero Juan Villar, que formó parte del plantel pucelano durante dos campañas, en las que marcó 15 y 10 goles, respectivamente (15/16 y 16/17). En su caso, la decisión de no ampliar la duración de su contrato y la de aceptar la oferta del Tenerife sin que hubiera finalizado la Liga enfriaron definitivamente la relación entre el atacante onubense y la afición blanquivioleta. "Cuando no estás a gusto y no te valoran como crees que te tendrían que valorar y se dicen cosas que no se ajustan a lo que has demostrado en el campo, es el momento de salir. Eso es lo que pasó", resume Villar al repasar su punto final como futbolista del Valladolid. "Con lo único bueno que me quedo es con la gente que realmente me conoce, como el presidente, los compañeros y el personal del club, que saben lo que demostré durante mis dos años allí. Lo que opine la gente no me importa. Se dijeron cosas muy feas y me fui triste de allí. Me hubiera gustado salir de otra manera. Son cosas que pasan y hay que saber convivir con ellas".

En esas dos temporadas, Villar tuvo como compañero a Javi Moyano, integrante del plantel del Tenerife que subió a Segunda A de la mano de Álvaro Cervera y uno de los capitanes en los dos cursos posteriores, ya en el escalón profesional. Habría podido añadir otra campaña más, pero en el verano de 2015, cuando queda poco para el cierre del mercado de fichajes, pidió su baja con el fin de firmar con el Valladolid. Su repentina despedida no fue bien recibida por el secretario técnico Alfonso Serrano, y también decepcionó a muchos aficionados. "Soy consciente de que mi salida fue un poco caótica por lo rápido que se produjo y lo inesperada", admite el lateral andaluz. "Asumo que hubiera gente que no entendiera mi salida", afirma Javi, que ya ha visitado el Heliodoro con su actual equipo en dos ocasiones. "Viví unos años muy bonitos con esa camiseta. Tengo amigos en la Isla", indica un futbolista que coincidió con Suso, Carlos Ruiz, Aitor Sanz, Alberto Vitolo y Dani Hernández.