El ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma pidió hoy en Buenos Aires una "intervención humanitaria" internacional en Venezuela, y que los países latinoamericanos apliquen "sanciones personalizadas" a las autoridades chavistas.

"El pueblo ha luchado pero está sitiado por el ejército cubano y por fuerzas paramilitares, por lo tanto no tengo ningún complejo en decir que Venezuela hoy requiere del apoyo efectivo de la comunidad internacional para iniciar un proceso de liberación, en concepto de injerencia humanitaria", sostuvo Ledezma.

El político, que estuvo preso más de dos años entre 2015 y 2017, y más tarde se fugó de Venezuela, defendió que el país "ya está intervenido militarmente", y el principio de autodeterminación "tiene que darle preeminencia al principio de intervención humanitaria", y aseguró que "los militares son leales hasta que se cambian".

En una rueda de prensa en la capital argentina junto a la actriz de telenovelas venezolana Catherine Fulop, Ledezma anunció que su próximo destino sería Washington, donde reclamaría al Gobierno estadounidenses la aplicación de un "Plan Venezuela, así como hubo un Plan Colombia".

El exalcalde de Caracas y referente del antichavismo también relató que en su reunión de esta mañana con el presidente argentino, Mauricio Macri, le reclamó "sanciones personalizadas" para las autoridades venezolanas, una petición que extendió a todos los países latinoamericanos.

También pidió al mandatario argentino el permiso de residencia para los emigrantes venezolanos, pero subrayó su carácter de "temporal", porque sus compatriotas "no vienen a quedarse, están preparados para hacer las maletas y regresar a Venezuela".

Según afirmó, hay cuatro millones de venezolanos en la "diáspora" dispuestos a "ser útiles" y hacer una "gran cruzada para contribuir al rescate" del país.

Con respecto a la oposición antichavista, Ledezma criticó que "mientras los jóvenes estaban regando con su sangre las calles de Venezuela, había activistas que estaban pintando con la sangre de los jóvenes sus pancartas para postularse como candidatos a gobernadores y a posiciones de Gobierno".

"Usted no puede estar con Dios y con el diablo", dijo el líder antichavista, y llamó a que la oposición venezolana sea "auténtica" y "coherente", en la cual no haya "ningún tipo de tonalidades"; y señaló que no se puede hablar "con confianza" en los espacios opositores "si no sabe si lo que está diciendo allí lo va a saber el enemigo más adelante".

Por tanto, opinó que en la oposición venezolana será necesario un "proceso de recomposición para volver a tener credibilidad", aunque "lo primero es unirse todos para salir de la dictadura", y pidió que no se hable de candidaturas presidenciales o proyectos futuros hasta acabar con el Gobierno de Maduro.

Acerca de los contactos entre Ejecutivo y oposición, aseguró que nunca se ha negado al diálogo, pero que este "hay que cuidarlo", porque "si lo desprestigian la gente va a ser reticente", lo que ejemplificó aludiendo a que hoy "en Venezuela alguien dice diálogo y es como una mala palabra".

Sobre el papel del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, Ledezma criticó que ha actuado "como operador político de Nicolás Maduro más que como mediador".

"Cuando llegó Zapatero había 72 presos políticos y después que comenzó el diálogo llegamos a tener 600. ¿Qué diálogo es ese?", aseveró el político, que reclamó a otras figuras para la mediación, entre las que citó también a los expresidentes español y colombiano, Felipe González y Andrés Pastrana, o el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.