La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) ha pedido hoy al Gobierno de Canarias que evite la "prostitución" del mercado alojativo turístico y defina con mayor precisión y acierto los requerimientos para el alquiler vacacional.

El vicepresidente de Ashotel en la zona metropolitana, Gabriel Wolgeschaffen, señala en un comunicado que la Asociación hotelera no está en contra de esta modalidad turística, pero asegura que "no todo vale" como alquiler vacacional.

Añade que numerosas ofertas se publicitan en las diferentes plataformas online pese a que no cumplen con los estándares de calidad y seguridad mínimos e, incluso, de salubridad, al margen de la ilegalidad de muchas de estas viviendas, que burlan el control fiscal y no figuran en ningún registro oficial.

"Nos preocupa seriamente que lo que presume ser la capital turística de una isla turística se convierta en un todo vale, donde cualquiera que tenga un piso, velero o casa terrera venda habitaciones sin ningún tipo de control fiscal, sanitario o de seguridad, entre otros requisitos", explica Wolgeschaffen.

El vicepresidente de Ashotel considera que una incorrecta regulación pone en peligro "la enorme labor" que el sector hotelero ha realizado durante décadas "promocionando la marca Santa Cruz con orgullo fuera de nuestras fronteras y dando de comer a muchas familias con puestos de trabajo estables".

Wolgeschaffen recuerda que este es un sector, concretamente en Santa Cruz de Tenerife, que "ha pasado por circunstancias difíciles años atrás, y ahora que parece que la situación comienza a mejorar aparecen ofertas de camas descontroladas, la inmensa mayoría no autorizadas, que prostituyen el mercado alojativo".

Ashotel apuesta por estudiar "las perversiones" que pueden derivar de un mal ejercicio de esta modalidad turística, como el incremento descontrolado del precio del alquiler de viviendas para uso residencial, que ya afecta a la capital tinerfeña, al igual que a otras localidades turísticas canarias, donde encontrar una casa o piso para vivir a un precio razonable se ha convertido en una "odisea".