La primera ministra británica, Theresa May, aseguró hoy en China que, pese al "brexit", Reino Unido va camino de convertirse en un país "global" y cada vez "más abierto al exterior", y reafirmó la importancia de iniciar una nueva era de relaciones con el gigante asiático.

May hizo estas declaraciones en un foro de empresarios chinos en la ciudad de Shanghái, considerada capital financiera de China, en el que también participó una delegación de empresarios británicos.

Horas antes de finalizar la visita oficial de tres días en China, May dijo que en este viaje ha podido comprobar que ambas regiones tienen "el potencial de hacer mucho más juntas".

Según apuntó la mandataria, están aprovechando la oportunidad de convertirse en un país global, cada vez más abierto hacia el exterior, profundizando las relaciones comerciales con las naciones de todo el mundo, incluida China.

En el foro empresarial participaron figuras como el magnate Jack Ma, presidente del gigante chino del comercio electrónico, el Grupo Alibaba.

Tras dos años de frías relaciones, en esta visita May ha querido mostrar un talante más abierto hacia China, un país con el que actualmente hay un comercio valorado en casi 60.000 millones de libras (85.500 millones de dólares, 68.300 millones de euros), cifra que "está aumentando", dijo.

"La inversión china está ayudando al Reino Unido a desarrollar infraestructura y crear empleos. Cerca de 50.000 empresas británicas importan productos de China, mientras que más de 10.000 venden sus productos a los clientes aquí", recordó May.

En el marco de esta visita se han firmado acuerdos empresariales por valor de más de 9.000 millones de libras (12.000 millones de dólares, 10.000 millones de euros).

"He hablado mucho con mis contrapartes chinas sobre esta creciente asociación entre nuestros dos países, pero es importante reconocer que no se trata solo de gobiernos. Se trata de negocios. Sobre personas. Sobre acercar al Reino Unido y China para que todos podamos compartir los beneficios del crecimiento", agregó.

May se reunió ayer en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, ante quien refrendó que la "era dorada" de lazos bilaterales (un término comúnmente usado por el mandatario chino a la hora de tratar con Londres) sigue siendo tal, pese al futuro "brexit".