Dejar el tratamiento médico contra el cáncer para seguir otro alternativo o combinar ambos puede ser peligroso, algo en lo que llevan dando la batalla hace tiempo asociaciones de pacientes y oncólogos que alertan contra las pseudociencias: "No hay terapias mágicas".

Una advertencia que las organizaciones y los expertos consultados por Efe lanzaron con motivo del Día Mundial del Cáncer, celebrado hoy, ante la proliferación de pseudoterapias que prometen curaciones milagrosas sin ninguna base científica. Se trata de terapias a las que siempre han recurrido pacientes con la enfermedad pero que de un tiempo a esta parte han tenido más repercusión mediática, lo que ha provocado que los médicos tomen más conciencia de la importancia de alertar de los peligros que entrañan.

Se estima que el 40% de los enfermos de cáncer siguen algún tratamiento alternativo

"Todo el estamento médico está siendo consciente de los riesgos y hemos abandonado una postura no meternos en esto para no darles más argumentos para decir que es una situación intolerable", afirmó el portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Miguel Ángel Seguí, quien reconoce que "la medicina normal tiene que mojarse un poco más".

Las pseudoterapias van desde cambiar algún aspecto de la alimentación hasta tomar lejía diluida en agua, hacer enemas con café, imposición de manos o terapias mentales, entre otras, que siempre conllevan un riesgo para la salud de los pacientes.

Aunque no hay estadísticas "claramente fiables", el portavoz de la SEOM señala que "probablemente" hasta un 40% de los pacientes con cáncer siguen algún tratamiento alternativo, como el cambio de dieta, entre otros, y en el caso de los tumores de mama, la cifra alcanza hasta casi el 70%.