Padecer cáncer de mama no es fácil. Lo es en tal o más cantidad que cualquier otro cáncer, no obstante, siempre hay algo que hace "especial" cada patología. Para la mujer, un cáncer de mama tiene muchas implicaciones que se traducen principalmente en pérdidas.

Empieza por la pérdida del empleo, pues las empresas normalmente deciden prescindir de alguien que va a estar un año y medio de baja por tener que darse el tratamiento. Luego, con la quimioterapia, llega la pérdida del cabello y, por último, la pérdida de uno u ambos pechos.

En el Día Mundial del Cáncer, que se celebra hoy, la Asociación de Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate) saca a la luz una encuesta realizada en el seno de la organización. En dicha experiencia, se llegó a la conclusión de que, en un 23% de los casos que llegan a la entidad, la relación de pareja, principalmente heterosexual, se ha roto tras la mastectomía (operación quirúrgica que consiste en la extirpación de la glándula mamaria o de una parte de ella).

Solo en Canarias, el año pasado se diagnosticaron 1.132 cánceres de mama, en el total del país, se detectaron 26.370, incidiendo esta enfermedad en 111 de cada 100.000 mujeres, según los datos del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

María del Carmen Bonfante presidenta de Ámate, recuerda casos "realmente sangrantes". "Hubo una mujer que se operó hasta cinco veces", rememora. "Le decía al médico que le fuera quitando poco a poco el pecho, porque si se lo eliminaba de una sola vez, su marido le dejaría".

A partir de esta separación, una madre puede llegar hasta a perder la custodia de sus hijos. "Si te quedas sin trabajo y tu pareja quiere quedarse con los niños, lo hará, porque la mujer no suele tener sustento para esos niños por sí sola", incide Bonfante.

En esta línea, cabe recordar que en distintos congresos científicos se ha relacionado el estrés, el haber sufrido una pérdida grande y los problemas emocionales con la posibilidad de recaída en el cáncer. "Es importante estar bien y si padeces un cáncer y encima estás sufriendo por todas esas pérdidas, muchas veces acabas sin querer pelear", insiste la presidenta de la asociación.

Aunque esta situación "no predispone" a un paciente a volver a desarrollar la enfermedad, puede hacer que entre "en una situación de duelo a nivel emocional, porque pasar por esto es lo último que esperaba", explica la psicooncólga, Ariadna González. Por esta razón, la profesional indica que, para la paciente, es muy importante saber gestionar las emociones negativas.

Ariadna González insiste en que "si se van, no han sido buenos pilares". No obstante, puntualiza que hay casos en los que no son los hombres los que rompen la relación, sino que "son ellas las que no pueden más".

"El proceso de año y medio por el que pasan las mujeres que sufren cáncer de mama expone las virtudes y defectos de la propia pareja", incide González. Y es que esa "situación de incertidumbre" puede sacar a la luz los problemas que ya venía arrastrando esa relación desde antes.

Por eso, en estos casos es esencial "pensar que te has quitado otro cáncer", como Carmen Bonfante le dice a todas las mujeres que le piden consejo. "¿Para qué tener una persona al lado que cuando más necesitas se va?", les pregunta Bonfante. Está claro que "a lo mejor nunca más tengo pecho, pero tengo otras muchas cosas en mi vida".