El ministro de Economía, Luis de Guindos, y el gobernador del Banco de Irlanda, Philip Lane, se disputarán la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) que se decidirá el 19 de febrero en el seno del Eurogrupo, después de que hoy haya terminado el plazo para presentar candidatos.

"He recibido dos nombres. Irlanda ha propuesto al gobernador de su banco central, Philip Lane, y España, a su ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Son dos candidatos excelentes", dijo en un comunicado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, a quien las capitales podían enviar las cartas con su candidatura desde el 22 de enero.

El sillón del portugués Vítor Constancio en el comité ejecutivo de la institución encargada de la política monetaria europea quedará vacío el próximo 31 de mayo, y España ve en el puesto su oportunidad para recuperar el peso institucional que perdió con la crisis.

De Guindos tendrá en frente a Lane, economista de perfil técnico y jefe del emisor irlandés desde 2015.Profesor de Economía en el Trinity College de Dublín y doctorado la universidad estadounidense de Harvard, durante su carrera ha desarrollado labores de consultoría para la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y varios bancos centrales, entre ellos el BCE.

El Gobierno español ha esperado hasta el último momento para anunciar a su candidato, pero en Bruselas no ha pillado por sorpresa que el elegido sea el titular de Economía, quien no había confirmado pero tampoco desmentido su interés por mudarse a Fráncfort.

"No es una sorpresa total. No lo hubiera sido hace tres meses, quizá ni siquiera hace seis meses", ha dicho preguntado por el asunto el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

"Luis es un hombre de gran calidad, un ministro de Finanzas con el que siempre he trabajado muy bien", ha dicho el francés, quien ha rehusado comentar las posibilidades del candidato español: "depende de aquellos que tienen que evaluar la candidatura pronunciarse", ha recalcado.

Menos halagüeño se han mostrado los eurodiputados españoles de PSOE, Izquierda Unida (IU) y En Común Podem, que han criticado que España no haya presentado a una mujer y su perfil político.

"De Guindos no es el mejor candidato, no solo porque no cumple con los requisitos que se están marcando desde instituciones como el Parlamento Europeo, sino porque como miembro del Eurogrupo ha defendido las políticas de austeridad que tanto daño ha causado y siguen causando en la Unión Europea", dijeron los socialistas en un comunicado.

Desde el grupo de los Verdes, consideran que "una persona que está ejerciendo de político en activo como de Guindos, no puede pasar de la noche a la mañana a un cargo de tantísima responsabilidad e impacto en la economía europea sin ningún tipo de escrutinio", afirmó en un comunicado el eurodiputado de En Común Podem Ernest Urtasun.

La Eurocámara había insistido al Eurogrupo -los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona- para que presentase una lista de candidatos con equilibrio de género, pero el papel del Parlamento en la elección es solo consultivo, de modo que la decisión está enteramente en manos de los países y, por ende, de las negociación política.

Los candidatos necesitan el respaldo de una mayoría cualificada -al menos el 72 % de los miembros de la eurozona (14), que representen al menos al 65 % de su población- y España asegura que tiene garantizados los votos necesarios.

Por el momento, sólo Eslovaquia ha confirmado que apoyará al titular de Economía.

"Felicitaciones a Luis de Guindos, un gran candidato con la necesaria capacidad y experiencia para el puesto de vicepresidente del BCE. Mi voto va para Luis", anunció el ministro de Finanzas eslovaco, Peter Kazimir, en Twitter.

En Alemania, peso pesado en el Eurogrupo, el Gobierno ha renunciado pronunciarse, al igual que ha hecho el propio BCE.

Desde Berlín y Fráncfort se limitan a recordar el proceso, que tiene como fecha clave el próximo 19 de febrero.

El Eurogrupo nominará ese día a un candidato, que será designado formalmente al día siguiente por el Ecofin (los ministros de Economía de toda la UE).

El elegido deberá pasar después una audiencia en la Eurocámara, que emitirá su opinión al respecto. El consejo de Gobierno del BCE también se pronunciará sobre la validez del nominado, aunque Fráncfort nunca se ha opuesto a la elección del Eurogrupo y sus deliberaciones nunca se hacen públicas.

En todo caso el veredicto del Parlamento y del BCE no es vinculante, por lo que no podrían vetar el nombramiento.

Por último, la decisión se llevará a la cumbre europea del 22 y 23 de marzo, dónde los líderes de los Veintiocho deberán dar su visto bueno. El sucesor de Constancio asumirá sus funciones el próximo 1 de junio.