La tensión aumentó hoy en el norte de Israel tras el ataque israelí contra objetivos iraníes en respuesta a la entrada de un dron en su territorio, que fue contestado con un ataque sirio que provocó la caída de un caza israelí en lo que analistas definen como "la peor escalada" de los últimos años.

El choque comenzó de madrugada cuando, a las 04.30 hora local (02.30 GMT), Israel interceptó un dron iraní en su espacio aéreo y una hora más tarde atacó las infraestructuras desde donde estaba siendo controlado, cerca de la ciudad siria de Palmira, que según el Ejército israelí, eran iraníes.

Las baterías antiaéreas sirias respondieron contra la aviación israelí, lo que indica que "Siria decidió implicarse aunque el ataque estaba dirigido contra las infraestructuras iraníes", declaró el portavoz militar, Jonathan Conricus, en una conversación con un grupo de periodistas.

Durante los disparos, un F16 israelí fue "probablemente" alcanzado por los misiles sirios, señaló un portavoz militar, tras lo que cayó al norte de Galilea.

Los pilotos, que habían saltado del avión antes de que se estrellara, fueron evacuados a un centro sanitario de Haifa y uno de ellos está herido de gravedad.

El incidente provocó que Israel lanzara poco después un ataque a gran escala, esta vez tanto contra objetivos iraníes como sirios en los alrededores de Damasco, que destruyeron ocho blancos de la Cuarta División de las Fuerzas Armadas de Siria.

"Doce objetivos, entre ellos baterías de defensa aérea y objetivos iraníes que forman parte del establecimiento militar de Irán en Siria, fueron atacados", informó el Ejército en un comunicado.

Siria volvió a responder y lanzó entre 16 y 20 misiles antiaéreos contra los cazas israelíes sin producir daños, aclaró el Ejército.

"Irán y Siria están jugando con juego", advirtió el portavoz militar que asegura que Israel no busca una escalada pero advirtió que "están preparados para todos los escenarios" y que "continuarán atacando cuando sea necesario".

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, se desplazaron hasta Tel Aviv para una reunión de emergencia de seguridad.

Analistas y el Ejército valoran los incidentes como "inusuales" y aseguran que Israel se enfrenta a una nueva situación.

La actual escalada, la más grave de los últimos años, coinciden, tiene como peculiaridad el ataque directo israelí a una acción iraní, la respuesta de Siria contra la aviación de Israel y el éxito de ésta, de confirmarse que el avión israelí fue derribado directamente por los misiles antiaéreos sirios.

El especialista de Defensa del diario Haarezt, Amos Harel, declaró que Siria está mostrando una mayor confianza en sí misma con estos ataques y que Israel debe "repensar su estrategia y las implicaciones tácticas ante esta nueva situación".

Por su parte, el expiloto de la Fuerza Área israelí Reuven Ben Shalom cree que se están viviendo lo que el país denomina "días de batalla", que pueden durar varias jordanas, pero no ve razones "para ir a una guerra ahora".

La organización International Crisis Group, publicó esta semana un informe en el que alertaba del deterioro de la contención en la línea divisoria norte de los ocupados Altos del Golán y de las posibilidades de un conflicto bélico ante "un error de cálculo".

El Gobierno israelí ha expresado su creciente preocupación por el aumento en Siria de la influencia iraní y de la milicia chií libanesa, Hizbulá, que combaten junto a las fuerzas del presidente sirio, Bachar Al Asad, y mantiene contacto con Rusia para que éste los contenga lejos de territorio israelí.

"Estamos presenciando un ciclo de acción y reacción, en el que las partes demuestran asumir más riesgos de los tomados hasta ahora: Irán para mejorar su inteligencia sobre Israel; Israel delimitando las líneas rojas que protegen su espacio aéreo y Siria para proteger su espacio aéreo de los ataques aéreos israelíes", señaló hoy el analista de Crisis Group Ófer Zalzberg.