El Departamento de Justicia de EE.UU. anunció hoy la dimisión de su "número 3", Rachel L. Brand, que ha aceptado una oferta en el sector privado.

"Rachel ha demostrado un liderazgo real sobre muchas divisiones importantes del Departamento. Sé que todo el Departamento de Justicia la extrañará", dijo en un comunicado el fiscal general, Jeff Sessions.

La importancia de Brand había crecido en los últimos meses porque era la siguiente en la línea sucesoria del Departamento de Justicia tras el vicefiscal, Rod Rosenstein, cuestionado por el presidente estadounidense, Donald Trump.

Rosenstein es el encargado de supervisar la investigación sobre los supuestos nexos entre el Kremlin y la campaña de Trump en los comicios presidenciales de 2016 que lidera el fiscal especial Robert Mueller.

Durante semanas, medios estadounidenses han informado de que Trump estaba planteándose despedir a Rosenstein y a Mueller, quien actúa de forma independiente al Gobierno.

En esa hipotética situación, Brand habría sido la encargada de decidir qué ocurría con la investigación rusa, puesto que Sessions tuvo que apartarse después de que saliera a la luz que había ocultado al Congreso unas reuniones con el embajador ruso en Washington.

Brand asumió el cargo de "número tres" del Departamento de Justicia en mayo de 2017, una posición desde la que ha podido supervisar casi todas sus divisiones, desde justicia criminal y civil hasta las secciones encargadas de leyes medioambientales o reclamaciones de otros países.

Entre 2012 y 2017, Brand formó parte de una comisión dedicada a asesorar al presidente Barack Obama (2009-2017) sobre el respeto a las libertades civiles y la privacidad dentro de las agencias antiterroristas de Estados Unidos, como el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

Desempeñó, además, diferentes puestos dentro del Departamento de Justicia bajo el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).