No se trata de aguarle el Carnaval a nadie, de eso ya se encarga el clima. Pero está uno harto del triunfalismo institucional que nos contagia por todos lados: desde el Gobierno de la nación hasta la mayor parte de los ayuntamientos, Gobierno de Canarias y los cabildos, todos se felicitan de que la crisis ya está liquidada, de que lo peor ha pasado y avanzamos decididamente en la senda de la recuperación: más riqueza, más empleo, más beneficios para las empresas? La economía está creciendo a tasas del orden del tres por ciento anual y el PIB español alcanzará este año -según los caculos del Gobierno- los 1.140.000 millones de euros. Analizadas parcialmente, esas cifras son indiscutibles, pero en economía, las cifras no tienen ningún valor si no se comparan con otras. Mientras el Gobierno español tira voladores y presume de haber logrado gracias a la aplicación de políticas restrictivas la recuperación económica y un nuevo ''milagro español'', España aparece en los informes europeos como el tercer país europeo, tras Grecia y Chipre (los dos países que soportaron los recortes más drásticos y la peor crisis financiera) como el territorio de Europa en el que más ha crecido el riesgo de pobreza desde el comienzo de la crisis. Diez años después de que se derrumbara la burbuja inmobiliaria y cayeran los bancos y las bolsas, uno de cada cuatro españoles sufre hoy carencias severas, el total de los trabajadores del país son más pobres, los jubilados y pensionistas cobran menos en términos relativos, el gasto público en servicios sociales, sanidad y educación ha disminuido, y tenemos un millón de parados más. Por no hablar de que el trabajo es de peor calidad, de menor duración y la media de los salarios más bajos se ha reducido en un quince por ciento.

Entonces? ¿Quién se ha beneficiado del crecimiento de la economía? ¿Donde ha ido a parar el crecimiento del PIB de los últimos cuatro años? De acuerdo con las cifras de que se dispone, no son precisamente las pequeñas empresas -las que emplean al noventa por ciento de los trabajadores por cuenta ajena- las que han logrado buenos resultados. Sí tienen grandes beneficios los bancos, las grandes empresas y ha mejorado sustancialmente la riqueza del uno por ciento de los ciudadanos más pudientes, que hoy tienen mucho más de lo que tenían antes de la crisis. La crisis ha servido para que los ricos acaparen más y los pobres tengan menos, ha aumentado la brecha social entre quienes disponen de más recursos y mejores opciones y quienes tienen menos dinero y menos posibilidades: así se ''resuelven'' siempre en las crisis del capitalismo: la crisis económica que se inició con el colapso del mercado de la vivienda en diciembre de 2007 no ha sido muy diferente en eso a las dos grandes crisis mundiales anteriores, la que duró de 1873 a1896 -la Depresión Prolongada- fruto del colapso económico de la burbuja del ferrocarril, que hundió también el valor de la tierra; y la Gran Depresión de 1929, fruto también del derrumbamiento especulativa de la tierra, que provocó el colapso del mercado de valores, quiebras bancarias masivas y un hundimiento económico que se mantuvo hasta el inicio de la Segunda Guerra mundial.

Lo que ha ocurrido ahora es igual. La mayor diferencia es que hay países que lograron salir antes y mejor del desastre, y lo hicieron manteniendo sus clases medias, recuperando empleo y evitando crear más desigualdad. España no. ¿Es eso para felicitarse?