El Pleno del Ayuntamiento de La Laguna acordó por unanimidad el pasado jueves iniciar un expediente de distinciones y honores a Felicidad Vera -más conocida como "Felisa"-, histórica dirigente del asociacionismo vecinal lagunero. Aunque nacida en 1934 en el municipio norteño de Icod de los Vinos, su vida ha transcurrido en torno a San Miguel de Geneto desde que tenía 23 años. Allí formó su familia y durante varias décadas se convirtió en la voz de sus reivindicaciones, cuando aún era un lugar carente de servicios.

"Aquí no había asfalto de ninguna clase. Solo era un camino de piedras y tierra. Y no había ni agua ni luz. Nosotros cogíamos el agua de un chorro público que estaba en la orilla de la carretera y, cuando no se podía porque había mucha gente, íbamos a una arquilla situada por debajo de la calle Santa Teresa". Así se vivía en un tiempo en el que las cosas eran distintas, una especie de prehistoria genetera. "Entonces, un señor que se llamaba Pedro González Hernández y yo empezamos a trabajar y conseguimos, sin que todavía hubiese arrancado la asociación de vecinos, poner la primera capita de asfalto que se colocó en la carretera", indica.

La llegada de Felisa a Geneto se produjo casi por casualidad. "Yo vine a trabajar a Santa Cruz, donde una tía mía era ama de llaves, e íbamos a veranear a San Miguel de Geneto, a la zona donde está ahora la Casa de Venezuela", rememora. Conoció entonces a su marido en unas fiestas, se casó y se fue a vivir al pueblo. "Y ahí empezó mi recorrido aquí", apostilla quien desde 1979 hasta 2016 presidió la Asociación de Vecinos El Moral, de la que fue fundadora y en la que actualmente cuenta con el título de presidenta de honor.

A sus 83 años, mantiene la memoria intacta. Hilvana recuerdos, enlaza una obra con otra, y se detiene en los desvelos que les costó a ella y a sus compañeros de las directivas los distintos logros alcanzados. Al hacer ese balance de la etapa al frente de la entidad evoca la calle Bocatuerta cuando solo era un camino con higueras a los lados, la compra de terrenos para nuevas infraestructuras, la apertura de la farmacia, el centro de salud... Y se refiere a la pavimentación de numerosas calles, al arreglo del campo de fútbol, al nacimiento de los barrios de El Hurón y San José, y hasta a la plantación de nuevos árboles.

Mención aparte merecen para ella la llegada de la luz y el agua. No en vano, a los alcaldes que lo propiciaron los nombra con especial agradecimiento: José Luis Maury y Pedro González. Otros regidores locales que destaca son Norberto González Abreu y el hoy presidente regional, Fernando Clavijo, de quien muestra con satisfacción un portarretrato que tiene en el salón de su casa y del que señala que puso la primera piedra para que saliera adelante el centro ciudadano. Precisamente, la moción aprobada la pasada semana propone que esa instalación lleve el nombre de Felisa Vera. También cita a Elfidio Alonso, a Ana Oramas y al actual líder de la corporación, José Alberto Díaz.

"Llevo entrando al Ayuntamiento de La Laguna muchísimos años. Cuando apenas se sabían sus recovecos, yo me los conocía a base de ir todos los días a ver si podía conseguir algo para el pueblo", apunta una vecina que fue fundadora, además, de la Asociación de Mayores Beneharo, de la Agrupación Folclórica El Moral y hasta de una murga, y que todavía no se cansa y continúa con el colectivo de mujeres La Trilla.

Sobre los honores aprobados dice que no los esperaba, y agradece a la concejala Mónica Martín que realizase la propuesta de concesión. Se trata de un tributo que, al mismo tiempo, supone una oportunidad para traer a la memoria el pasado de un núcleo que surgió de unas huertas y que, poco a poco, se fue convirtiendo en lo que es hoy. Felisa es parte indisoluble de ese progreso.