La Fiscalía federal alemana abrió el año pasado 35 expedientes por presuntas actividades de espionaje en el país, frente a los diez casos detectados en 2016 y los catorce de 2015, según informó hoy el semanario "Der Spiegel".

El Gobierno ha trasladado esta información en una respuesta parlamentaria a la responsable de Interior de La Izquierda, Martina Renner, quien advirtió de que Alemania parece convertirse en "un campo de juego para los servicios secretos extranjeros".

Según la Oficina Federal de Protección de la Constitución (los servicios secretos del ministerio alemán del Interior), los servicios de inteligencia extranjeros más activos en Alemania son los de Rusia, China e Irán, aunque las labores de contraespionaje también tienen entre sus prioridades a países de Oriente Próximo y a Corea del Norte

Los principales objetivos del espionaje dirigido por gobiernos extranjeros, apunta este departamento, se encuentran en el área política, economía, militar y de la investigación.

Uno de los últimos y polémicos casos lo protagonizó el espionaje vietnamita, acusado por Alemania de secuestrar en pleno centro de Berlín en julio del año pasado a un hombre de negocios vietnamita, Xuan Thanh Trinh. Había pedido asilo y Hanoi le acusaba de corrupción.

"El secuestro es una ruptura del derecho internacional absolutamente intolerable", afirmó el portavoz del Gobierno federal, Steffen Seibert, el pasado enero, cuando comenzó en Vietnam el proceso contra el empresario, exfuncionario del Partido Comunista y exdirectivo de una empresa estatal petrolera.