El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció hoy que ha ordenado denunciar ante las Naciones Unidas la "campaña xenofóbica" contra los venezolanos en varios países del mundo.

Además, reiteró a sus conciudadanos en el exterior que cuentan con las embajadas y consulados para demandar a quien emprenda contra ellos medidas de odio, discriminación o xenofobia.

"He ordenado tomar medidas y denunciarlo a nivel de sistema de Naciones Unidas, la campaña xenofóbica contra el pueblo de Venezuela en varios países del mundo", dijo Maduro a través del canal estatal de televisión VTV.

"Y a los venezolanos en el mundo les digo: cuenten con las embajadas y consulados para denunciar y demandar legalmente a aquel que emprenda cualquier medida de odio, de discriminación o de xenofobia contra usted en algún otro país que esté viviendo. Cuente con todo el apoyo legal, diplomático, consular", apuntó.

El jefe de Estado, que el jueves había denunciado una "campaña xenofóbica" contra los venezolanos, volvió a responsabilizar hoy de ello a la "derecha del mundo" y a la prensa.

Según dijo, estas campañas son "parecidas a las que hacía el régimen nazi contra los judíos en su época", y son "producto de la campaña enloquecida de guerra psicológica de los Julio Borges (extitular del Parlamento venezolano), de los Luis Florido (presidente de la Comisión de Política Exterior del Parlamento)".

"Hablar mal de Venezuela en el mundo, bueno, lo han tomado como una moda, y ahora la campaña xenofóbica contra todos los venezolanos", agregó.

Asimismo, ordenó crear un "plan especial" para hacer frente a dichas campañas y "para darle atención integral a través del carnet de la patria (un instrumento por el que el Gobierno ofrece ayudas sociales)" a los venezolanos que se vean afectados.

Maduro proclamó a los venezolanos que viven en otros países que "como Venezuela no hay dos" y que este país es una tierra para amar.

Bajo el Gobierno de Maduro, y en medio de la crisis económica que atraviesa este país, se ha incrementado el número de venezolanos que lo abandonan.

Aunque no existen cifras oficiales de estos movimientos migratorios, se trata de cientos de miles de ciudadanos según las estimaciones más conservadoras.