Cuando hablamos de problemas de visión pensamos en miopía, astigmatismo, vista cansada… son alteraciones vinculadas a la edad o con base hereditaria que, a priori, no podemos evitar. Pero la salud ocular abarca otros muchos aspectos sobre los que si podemos incidir con medidas preventivas.

La primera recomendación sería visitar al oftalmólogo una vez al año para detectar posibles trastornos en fase inicial. Otras medidas guardan relación con aspectos como la higiene, la alimentación o el uso de elementos de protección.

  1. Protege tus ojos de la radiación solar

Las gafas de sol pueden parecer un simple complemento de moda, pero cumplen una función muy importante: proteger la vista de los rayos ultravioleta. Aunque la cornea y el cristalino ejercen una función protectora natural, una radiación excesiva puede dañar la superficie ocular. Por eso es recomendable usar gafas de sol.

  1. Utiliza correctamente la lentillas

Las personas que utilizan lentes de contacto han de ser especialmente escrupulosas en materia de higiene ocular. Conviene lavarse bien las manos antes y después de manipular las lentes. A la hora de comprar unas lentillas, es preciso asesorarse bien sobre modelos y fabricantes, y, sobre todo, comparar precios. En la actualidad, el mercado online permite adquirir lentillas y líquidos de calidad y a precios muy competitivos.

El catálogo de lentes de contacto es muy amplio; podemos escoger entre lentillas diarias, mensuales o anuales. También hay lentillas tóricas, indicadas para corregir problemas de astigmatismo, y modelos progresivos o multifocales. Las creaciones de última generación se fabrican con un hidrogel de silicona, que facilita la transpiración del ojo.

  1. Lubrica tus ojos

La sequedad ocular es un problema habitual que genera molestias: enrojecimiento, dolor, irritación. A partir de los 40 años, la situación empeora, por lo que conviene lubricar los ojos con gotas, lágrimas artificiales o sueros.

  1. Descansa la vista

Las tareas frente al ordenador, pueden provocar un cansancio y estrés visual. Lo mismo ocurre con aquellas actividades que requieren fijar la vista en un punto durante mucho tiempo, como los trabajos de relojería, la lectura o la costura. Es importante parpadear con frecuencia y levantar la vista del objeto al menos cada 20 minutos.

Un ejercicio sencillo para relajar la vista consiste en dirigir los ojos a derecha, izquierda, arriba y abajo, para acabar descansando en el centro. Otra práctica recomendable es realizar ejercicios de enfoque, fijando la vista alternativamente en objetos cercanos y lejanos.

  1. Protege los ojos en el lugar de trabajo

En determinados trabajos, es imprescindible proteger la vista para evitar lesiones: carpinteros, albañiles, trabajadores del metal… son grupos profesionales propensos a padecer accidentes oculares. Los trabajos frente al ordenador también son estresantes para la vista. Una manera de paliar las molestias es utilizar gafas con filtros de luz azul.

  1. Cuida tu alimentación

La salud ocular guarda una estrecha relación con la alimentación. Es importante incorporar a nuestra dieta las vitaminas A, C y E, minerales como el zinc y el selenio y ácidos grasos. Estas substancias podemos encontrarlas en numerosas frutas y verduras, pescado azul, mariscos y frutos secos.

  1. Atención a la presión arterial y la diabetes

Las personas con tensión alta, diabetes o colesterol tienen el riesgo de padecer enfermedades oculares, como por ejemplo el glaucoma. Es importante controlar estos aspectos para evitar posibles complicaciones en la visión.