El servicio de Alergología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, resuelve con éxito el 90% de los casos de pacientes oncológicos que han presentado algún tipo de reacción alérgica y/o intolerancia a los fármacos para tratar el cáncer en el centro hospitalario.

Este es uno de los resultados dados a conocer en el artículo publicado recientemente en la revista oficial de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI por sus siglas en inglés), Journal of Allergy and Clinical Immunología: In Practice, sobre los procedimientos de desensibilización realizados en pacientes oncológicos con algún tipo de reacción alérgica y que permite la reintroducción segura del medicamento al que el paciente está sensibilizado.

En el estudio, realizado en el Hospital de La Candelaria, se incluyeron a 90 pacientes, 60 mujeres y 30 hombres, todos ellos con antecedentes a reacciones alérgicas a agentes quimioterápicos (platinos, taxanos y anticuerpos monoclonales principalmente) y que precisaban continuar con estos fármacos para tratar el cáncer.

El trabajo, desarrollado por un equipo de alergólogos de La Candelaria, describe una nueva pauta de desensibilización rápida y sencilla que utiliza una sola disolución del fármaco a la concentración habitual y reduce el tiempo de administración.

Para tratar estas reacciones alérgicas y que estas personas pudieran continuar con éxito su tratamiento oncológico, los alergólogos de La Candelaria realizaron de forma personalizada un total de 490 procedimientos de desensibilización, empleando el fármaco responsable de dichas reacciones con el nuevo protocolo, de forma endovenosa, mediante bomba de infusión, y subiendo el ritmo de infusión por intervalos de 15 minutos hasta conseguir la dosis prescrita.

Eva Pérez Rodríguez, alergóloga del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria y coordinadora de este trabajo científico, explica que “ solo en el 5,3% de los tratamientos realizados apareció algún tipo de efecto adverso, siendo el prurito (picor en una parte del cuerpo) y el rash (erupción) cutáneo los más frecuentes en los pacientes tratados” .

La publicación de este trabajo científico refuerza las garantías de este nuevo protocolo de desensibilización que “ ha demostrado ser seguro y útil en nuestra población de estudio, especialmente para las reacciones leves a moderadas y que podría reproducirse en otros centros hospitalarios y en poblaciones más grandes”, concluye la alergóloga de La Candelaria, Eva Pérez Rodríguez.

Desde 2013, el Hospital de La Candelaria realiza este tipo de procedimientos para tratar con éxito la alergia a medicamentos y fármacos quimioterápicos, con la participación de un equipo multidisciplinar que implica, además de alergólogos, a oncólogos, personal de enfermería, farmacéuticos hospitalarios y anestesiólogos.

Alergia a medicamentos y desensibilización

La alergia a medicamentos se manifiesta normalmente con síntomas cutáneos (urticaria, angiodema o hinchazón, eczema), respiratorios (asma, rinitis) o anafilaxia (reacción grave que afecta a varios órganos o aparatos) que pueden aparecen tras la administración o toma de algún fármaco.

En ocasiones, produce reacciones que pueden ser graves, llegando a comprometer la vida del paciente.

En el caso de los medicamentos usados para el tratamiento del cáncer (como la quimioterapia y los anticuerpos monoclonales), la alergia puede conducir a la retirada del tratamiento, lo que empeora el pronóstico de la enfermedad de base.

Es en este punto donde intervienen los alergólogos, cuyo objetivo es conseguir que estos pacientes con alergia a su tratamiento, consigan tolerarlo para afrontar su enfermedad.

Para ello se lleva a cabo lo que se conoce como desensibilización, que es un procedimiento alergológico que permite la reintroducción segura del medicamento al que el paciente está sensibilizado. Esto se consigue con el uso de premedicación y la administración del fármaco de manera progresiva mediante pautas especialmente diseñadas para ese fin. En la mayoría de los casos, estas pautas implican el uso de varias soluciones del medicamento, que se administran de menor a mayor concentración.