Uno de los catorce imputados en el conocido como caso del Catastro, S.C.D.M., admitió ayer que solo emitía facturas si se lo reclamaban los clientes, porque, bajo su punto de vista, estaba exento de declarar ingresos inferiores a los 9.000 euros. El imputado es sobrino de un funcionario de este organismo, J.D.D. al que la Fiscalía sitúa en la cúspide de esta presunta trama que consistiría en agilizar y dar un trato de favor a ciudadanos a cambio de dinero.

El propio S.C.D.M. declaró durante la sesión del juicio que tuvo lugar ayer que se encargaba de realizar gestiones de todo tipo ante las administraciones, incluidas las catastrales. Reconoció que por estas labores cobraba entre 100 y 1.000 euros, según la complejidad del expediente, aunque una de las personas que requirió sus servicios aseguró que le había pagado 3.000 en una ocasión y otra dijo que desembolsó 2.400. El investigado matizó que en este último caso se trataba de resolver un asunto muy complicado que se extendió a lo largo de varios meses y que al final solo pudo salir adelante gracias a la intermediación del alcalde de Vallehermoso, en La Gomera. En ninguno de las ocasiones se hizo factura alguna.

Las entregas mensuales por cerca de 400 euros que durante casi un año enviaba a su tío las justificó porque este había suscrito por él un crédito de 30.500 euros para que saldase una deuda con Hacienda. No ratificó la declaración que en su día hizo ante la Guardia Civil porque, asegura, que entonces estaba bajo presión. Indica que las reuniones con su tío eran estrictamente las que se celebraban por motivos familiares y niega que para captar clientes dijera que gracias a este contacto podía agilizar los expedientes.

Él mismo se ocupaba de hacer de forma "artesanal" algunos planos y pese a lo rústico del método empleado asegura que jamás recibió queja por parte de los clientes o de los propietarios colindantes. Declaró no recordar un correo en el que se quejaba de que le exigían desde el Catastro que un ciudadano pagara "una barbaridad" para resolver un expediente u otro en el que se le instaba a ser más eficaz.

Los lazos familiares

Ayer también declaró M.A.S.H., que durante un tiempo ejerció de oficial de una notaría en La Laguna hasta que fue despedido. Indicó que con posterioridad cobraba 50 euros la hora por dar asesoramiento y que tampoco hacía facturas si no se la pedían. Este imputado relató que S.C.D.M. se incorporó a la notaría precisamente con el fin de captar clientes pero que nunca utilizaron los lazos familiares con el funcionario del Catastro como cebo. Sin embargo, en su declaración ante la policía confesó que de esta manera ofrecían la posibilidad de agilizar los expedientes, pero ayer lo negó. Este investigado informó de que se quedaba con el 10% de lo que cobraban y S.C.D.M. con el 90% restante. En cuanto a los correos en los que instaba a los demás miembros de la supuesta trama a ser más efectivos para "no perder la teta" u otro en el que ofrecía dinero a su socio, dijo que fueron emitidos cuando dejó de trabajar en la notaría.