Un estudio sobre la hepatitis C que se presentó ayer advierte de que de no iniciarse ya con políticas de cribados en la población en general adulta se llegaría en 2022 al "agotamiento diagnóstico", y 160.000 pacientes no conocerían que tienen la enfermedad, con lo que no podrían acceder al tratamiento.

Este es uno de los estudios hechos público ayer en una rueda de prensa de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas (Aehve), en la que se han detallado las conclusiones de varias investigaciones.

Estos trabajos, que se expondrán en el 43 Congreso de la AEEH, presidida por María Buti, abordan el coste-efectividad del cribado de la hepatitis C en España para hacer aflorar la infección oculta.

Una de ellas concluye, según explicó Buti, una de sus autoras, que el cribado en la población en general de entre 20 y 79 años es más coste-efectivo que el de la misma población con factores de riesgo.

La relación coste-utilidad de una estrategia frente a otra fue de 8.914 euros por debajo del umbral de eficiencia aceptado en España.

Para Buti, lo recomendable sería que la población mayor de 20 años y hasta los 50 aproximadamente se hiciera una vez en la vida una analítica en la que se analizarían marcadores serológicos de rutina -antígenos y anticuerpos- para poder identificar a las personas infectadas.

Sería lo deseable, según Juan Turnes, secretario de AEEH, porque la tasa de diagnóstico de la hepatitis C en España es aún baja y se estima que cerca de 70.000 adultos desconocen que tienen la infección, con lo que pueden transmitirla a través de prácticas de riesgo.