Irán mantiene su programa nuclear bajo los parámetros pactados en 2015 con seis grandes potencias para asegurar que no puede desarrollar armas atómicas y no ha violado sus compromisos de producción de uranio o de acceso de los inspectores a sus instalaciones, según confirma el OIEA.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) insistió así en que Irán sigue cumpliendo el acuerdo con Alemania, China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia, que impone limitaciones durante décadas a su programa atómico.

Pese a ese cumplimiento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado repetidamente con romper un acuerdo que considera defectuoso, y Washington ha pedido que los controles a los que se somete a Irán sean más severos.

A ese respecto, fuentes diplomáticas conocedoras de las actividades de control a Irán insistieron hoy en que las inspecciones a las que se somete al programa iraní son muy estrictas.

"El sistema de inspecciones es muy robusto", señaló un diplomático bajo la condición de anonimato.

Esa fuente afirmó que quienes han puesto en cuestión la eficacia de los controles del OIEA lo hicieron porque desconocen la gran mejora que ha experimentado en los últimos años el sistema de verificación de ese organismo de la ONU.

El informe emitido hoy por el OIEA señala que tanto la cantidad de agua pesada acumulada por Irán como el uranio enriquecido siguen estando por debajo de los límites a los que Irán se comprometió.

"Irán no ha enriquecido uranio por encima del 3,67 %" de pureza, señala el OIEA, un nivel en el que este combustible atómico sólo puede ser empleado para aplicaciones civiles, y no militares.

Con todo, Irán sí ha aumentado sus reservas de agua pesada, desde 114,4 toneladas registradas en noviembre de 2017 hasta las 117,9 que el OIEA contabilizó el pasado 11 de febrero.

El agua pesada se produce en la central de Arak, donde Irán tenía planeado construir un reactor con la capacidad de generar plutonio, un material susceptible de alimentar armas atómicas, pero cuyas obras siguen paralizadas, según el informe restringido, al que tuvo acceso Efe.

Esa cantidad está por debajo de las 130 toneladas que establece como límite el acuerdo nuclear cerrado en 2015 con las seis grandes potencias.

"A lo largo del periodo sobre el que se informa, las reservas de totales de uranio enriquecido de Irán no han excedido los 300 kilos de UF6 (hexafluoruro de uranio) enriquecido hasta el 3,67 %", señala el OIEA, certificando el cumplimiento de otro de los compromisos.

El volumen acumulado de ese combustible nuclear llegó a 109,5 kilos el pasado 12 de febrero, casi 13 más que en noviembre.

Además, el OIEA señala que el Gobierno de Teherán mantiene limitado el número de centrifugadoras activas, la maquinaria que emplea en el enriquecimiento de uranio.

En lo que se refiere a medidas de transparencia, el informe señala que el OIEA ha seguido recogiendo datos mediante mecanismos de monitoreo a distancia y que Irán está facilitando la estancia de los inspectores internacionales en el país y su trabajo de control.

El país sigue aplicando el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), que permite inspecciones sin aviso.

Así, en el informe se indica que el OIEA "ha llevado a cabo entradas complementarias bajo el protocolo adicional a todas las instalaciones y ubicaciones en Irán que necesitaba visitar".

El reporte también informa de que el OIEA ha pedido a Irán detalles sobre sus anunciados planes de desarrollar "propulsión nuclear naval en el futuro", sin especificar de qué tipo, algo que implicaría modificar los acuerdos de salvaguardas nucleares de Irán.

Las fuentes diplomáticas consultadas afirmaron que actualmente no hay preocupación por este tema y que, si Irán no contesta a la petición del OIEA, se repetirá la solicitud y que el país tiene hasta mediados de mayo para responder.