Esta semana de ventana FIBA da tiempo al entrenador del Iberostar Tenerife, Fotis Katsikaris, de tomar un respiro en su ajetreada labor semanal, copada en muchas de ellas por dos partidos oficiales, y de mirar retrospectivamente todo lo logrado desde su llegada en noviembre. El heleno se siente a gusto en la Isla y no descarta continuar en el proyecto aurinegro.

Hace casi tres meses fue anunciado como nuevo técnico aurinegro. ¿Qué balance hace?

Muy positivo, por supuesto. Estar con un equipo alegre, trabajador y con una buena mentalidad era algo que necesitaba. Es una alegría trabajar con este grupo. Nos hemos clasificado para la Copa del Rey, estamos en los "playoffs" de la Champions y estamos en una buena posición en la Liga para luchar por los "playoffs". No puedo pedir más.

¿Esperaba que todo fuese a ir tan bien y este escenario?

Si voy a un sitio una vez ha comenzado la temporada, voy a por todas, muy positivo y optimista. No tenía ninguna duda de que trabajando y poniendo objetivos diarios podíamos sacar buenos resultados.

Antes de fichar por el Canarias, ¿pudo recabar referencias de algún griego que hubiera estado en el club, como Georgios Bogris o Fotis Lampropoulos?

Todo fue tan rápido que no pude hablar con nadie. No hacía falta porque el Iberostar Tenerife es una muy buena referencia en la Liga. Como entrenador, suelo mirar cómo fichan los equipos. Hay ideas claras y el perfil de jugador que tiene que entrar en el vestuario.

¿Cómo se encontró al vestuario a su llegada a la Isla?

Tenemos una plantilla que tiene una buena mezcla, con gente veterana, que sabe cómo va esto; y además españoles, que es muy importante. Todos eran conscientes de la situación que había. Cada día veía que la gente venía con alegría para trabajar y sacar esto adelante. No estaban hundidos psicológicamente. Hubo que hacerles ser más positivos y que creyeran en ellos mismos porque el equipo necesitaba confianza.

¿A partir de qué triunfo vio que lo de la Copa podría ser realidad?

Por supuesto, ante el Barcelona fue el primer paso. Luego, cuando ganamos al Unicaja fue la confirmación. Ahí vi que el equipo podía. No conocía las reacciones del grupo. En Fuenlabrada estuvimos ahí, y en San Sebastián tuvimos un muy mal partido. En cualquier caso, si no hubiéramos ganado en Barcelona, hubiéramos tenido que hacer algo más en un calendario duro.

Una vez superada la cita copera, ¿se quedó conforme con la actuación de su escuadra?

Estoy satisfecho con el planteamiento. Contra el Valencia, que no fue nada fácil, el equipo insistió a pesar de que hubo momentos en los que no estuvimos muy bien. Ante el Madrid jugamos 30 minutos de tú a tú. Se notó mucho la falta de acierto. Con dos triples es casi imposible ganarles.

¿Echó de menos a Josh Akognon como variante en el perímetro?

Por supuesto. Es un jugador que tiene el talento a la hora de tomar decisiones en ataque, acertar y cambiar un poco la dinámica.

¿Cómo está?

Mejor. Está en los plazos. Ya ha empezado a trabajar físicamente y a hacer todo lo que puede con el balón, solo. No tenemos prisa porque es una lesión delicada. Hay que tener mucho cuidado.

¿Hay alguna fecha marcada de cara a su vuelta?

No, vamos día a día.

Hablemos del juego. Usted lamentaba los apagones en ataque que tenía el equipo. ¿Se han ido paliando?

Hemos mejorado en ese sentido. Estoy muy satisfecho en la evolución del equipo en esa parte. Creo que podemos jugar sobre la velocidad y mover el balón mejor para encontrar los buenos espacios. Siempre, leyendo bien la defensa de nuestro rival, buscando la mejor opción en las continuaciones de los bloqueos directos y el pase extra, y en cómo podemos atacar sin el juego de Ponitka, porque ahora todos están mucho más preparados contra él.

La defensa sigue siendo el pilar del equipo, como se ha refrendado en la Copa del Rey.

El mérito que tenemos es que no somos un conjunto tan físico, tan alto o tan grande, especialmente en la línea exterior. Somos un dolor de cabeza. He hablado con muchos entrenadores y me lo han dicho. No hay otro equipo que defienda de la misma manera. Tenemos unas cosas muy interesantes y funcionan bien. Los jugadores se han adaptado a este tipo de defensa. Eso pone en muchas dificultades a nuestros rivales. Pablo Laso dijo que algunos de sus jugadores fallaron mucho solos. Era un planteamiento nuestro el jugar mucho con su cabeza. El Madrid es dinámico en ataque, con pases extra. Lo intentaron contra nosotros, pero no salió. Intentamos cambiar su ritmo y lo conseguimos. Pero no la metimos.

Desde que llegó, no ha sufrido dos derrotas consecutivas.

Para mí es algo importante porque conviertes al equipo en más competitivo. En el momento que pierdes un partido hay que analizarlos, ver las razones de la derrota y, los días de entrenamiento, hay que trabajar con la mentalidad para que no nos vuelva a pasar, reaccionando bien en el próximo enfrentamiento.

¿Entiende que su conjunto está exprimido o aún se le puede sacar más jugo?

Tenemos algunos jugadores a los que podemos sacar más. Es normal que durante la temporada no tengas a 10 o 12 jugadores en buena forma. Hay algunos altibajos en algunos de ellos y todavía creo que podemos mejorar. Por ejemplo, me gusta que nuestros dos bases, junto con Tobias, que ha entrado ahora en el grupo, hayan mejorado tanto en la lectura del juego. El año pasado no tenían tanta responsabilidad con el balón en sus manos. Estaban Grigonis y Davin -White-. Ahora tienen más responsabilidad, junto a Davin, porque Kostas -Vasileiadis- no es un jugador de bloqueo directo. Me refiero a esta acción porque en el baloncesto actual es muy importante. Ferrán -Bassas- está creciendo como jugador. Es importantísimo para nosotros. Hace dos años estaba jugando en la Liga LEB.

Ya que me ha dado pie, refirámonos a nombres propios. ¿Es Mateusz Ponitka a uno de los mejores jugadores a los que ha entrenado durante su carrera?

Es un jugador muy interesante porque todavía tiene mucho por sacar. Es muy disciplinado, quiere trabajar, mejorar, tiene muy buena mentalidad y un futuro muy bueno. Espero que no tenga prisa porque todavía tiene que mejorar el tiro exterior, que es fundamental. Sí, es uno de los mejores jugadores a los que he entrenado.

Cuando llegó, reclamó madurez para Mike Tobey. ¿El americano lo está consiguiendo?

Creo que sí. Va más lento. Es normal porque los grandes maduran con más tiempo. No tenemos que olvidar que tiene 23 años y es su segundo año en Europa. Tiene muy buena mentalidad, es trabajador, tiene talento y mucho margen de mejora.

En su presentación dijo que esperaba un paso adelante de jugadores como Rosco Allen y Davin White.

No hemos conseguido una regularidad de juego en ambos jugadores. Davin tiene experiencia, lleva tres temporadas en el club y cuando está bien el equipo tiene otra dimensión. El rol de Rosco es distinto porque Tim es un jugador muy sólido. Era protagonista en el Obradoiro y aquí es diferente. Es un chico fantástico y muy profesional. Nos puede dar más. Estamos con él. No he perdido mi confianza. Tiene que dar un paso adelante.

El último fichaje es Tobias Borg. De momento, ha tenido un rol más que secundario. ¿Va a seguir así hasta el final de la temporada?

Depende de los partidos. Este era un periodo para trabajar con él, pero ha tenido que ir con su selección. Tiene un rol más definido. Sabemos que no es un anotador, pero lo puede hacer. Nos puede ayudar en defensa; en ataque, tiene buena lectura de los bloqueos directos. Está entre las dos posiciones -base y escolta- y es lo más complicado para él.

¿Cómo está llevando lo de los largos viajes?

La verdad es que no es nada fácil. Vivir aquí es una maravilla. Las distancias son muy cortas y todo es muy cómodo, como las instalaciones. Es cierto que los desplazamientos son duros. Hasta ahora lo vamos controlando bien. Todo está conectado con la intensidad de los entrenamientos. De momento, son de calidad. Me encanta que el grupo sea tan inteligente. Pillan las cosas bien, aunque no entrenemos siempre con la intensidad y con el tiempo que quiero. Hay que vivir con eso.

La próxima expedición europea va a ser a Murcia. Imagino que deseaba un viaje más largo.

Sí. Como está el formato de competición, acabar primero en el grupo no te vale para nada. Es un torneo muy interesante, pero ahora tenemos dos partidos sin ninguna ventaja. Te sale un partido malo en el primero, y no sería fácil jugar aquí. El UCAM Murcia y nosotros nos conocemos muy bien. Nos hemos ganado este año en la ACB y está todo igualado. Preferíamos otro rival porque cuando juegas con un conjunto extranjero no te conocen tan bien.

Hay presión, por lo conseguido el año pasado, para alcanzar la final a cuatro de la Champions.

La verdad es que no. Esa es la mejor manera de ir creciendo durante la competición. Hay equipos que se equivocan cuando consiguen algo y nada más empiezan la temporada quieren repetirlo. Desde el primer día que he llegado, jamás hemos hablado de esto. Hay que competir, intentar hacer lo máximo y nada más. Eso es muy bueno e identifica mucho cómo es el club. No es casualidad la manera en la que está creciendo el Iberostar Tenerife. La idea es no hacer saltos en los que te puedes caer y hacer daño. Se dan los pasos que se necesitan, con tranquilidad y humildad, pero siempre con autoexigencia.

Usted ha comentado en multitud de ocasiones que es un entrenador de proyectos. ¿Se ve en este Canarias por muchos años?

Sí. Sabemos que estamos en una Liga muy exigente. Veo que es un club que está haciendo las cosas muy bien. No solo lo digo yo, que ahora soy el entrenador. También lo decía el año pasado. Creo que este es un proyecto. A cualquier equipo le llamamos proyecto, y no es así. Hay muy pocos proyectos de verdad y no es un tema de presupuestos. Se trata de cómo quieres hacer las cosas. El del Iberostar Tenerife sí es un proyecto de verdad.

¿Ha hablado ya con Aniano Cabrera acerca de la posibilidad de extender su contrato?

Todavía no. Estamos hablando del futuro, pero concretamente de esto no. Yo creo que no hace falta en este momento. Las cosas van bien. Yo estoy muy a gusto aquí. Me gusta mucho el equipo, el club, la ciudad y cómo estamos trabajando. A ver cómo se desarrolla la temporada. Hay tiempo. Estoy muy contento en la Isla, disfrutando de mi trabajo. Veo que a los jugadores le gusta cómo estamos trabajando. Y, además, los resultados están llegando.