Serafín Romero acudió el pasado viernes, por primera vez siendo presidente de la Organización Médica Colegial de España, al XVII Congreso de Médicos Residentes de Canarias. El facultativo lanzó entonces un mensaje a los nuevos profesionales: hay que valorar el Sistema Nacional de Salud, que es un modelo "excelente". Un modelo que, sin embargo y como afirma Romero, arrastra una crisis que ha afectado a los profesionales y a la asistencia, y cuya calidad no podrá soportar un recorte más.

De los problemas a los que se enfrenta la Sanidad, ¿cuál cree que es el más prioritario?

La profesión médica viene demandando un Pacto por la Sanidad con financiación suficiente para preservar nuestro modelo de sistema. Si vamos a seguir bajando el presupuesto, la calidad se va a ver afectada. Entendemos que el segundo pilar para que esto siga manteniéndose es hacer un gran pacto por los profesionales. Es muy importante que acabe la precariedad laboral, que se acentúe la estabilidad y que, además, pongamos en marcha desarrollos profesionales que, desde el entorno de la profesión médica, venimos demandando.

Con la prórroga de los PGE, va a disminuir la partida presupuestaria para Sanidad, ¿qué opina al respecto?

Yo me reafirmo en lo que he comentado antes. El no tener una financiación suficiente hace que no podamos tener un entorno de atención suficiente. No basta con que haya profesionales sanitarios en sus puestos de trabajo, hay que mantener una estructura asistencial, hay que renovar aparataje y hay que intentar que los recursos estén donde haya más necesidad. No podemos seguir manteniendo la calidad a costa de la masificación y el sobreesfuerzo de aquellos que tienen que hacerlo factible. El estado de bienestar se sustenta en Educación, Sanidad y una Justicia adecuada, y, lógicamente, esto debería ser lo último que se tocara.

¿Cree que pueden continuar los recortes?

Entendemos que hay que decir "basta ya". Para ello, la propia profesión médica ha planteado una manifestación, porque no puede ser que parezca que los brotes verdes se consolidan, y en ciertos entornos no acabe de llegar esa esperanza. El sistema sanitario tiene mucha grasa, pero hemos tocado músculo y nervio, y no podemos seguir haciéndolo porque, lógicamente, el sistema no va a ir bien. Cualquier recorte toca ya en aspectos que consideramos esenciales.

Las agresiones a los profesionales parecen denotar que la gente está muy cansada de esta situación de continuo recorte?

Estas limitaciones presupuestarias puedan generar escenarios de dificultad, especialmente, cuando hay tiempos de espera excesivos, o cuando uno sufre la angustia de tener un familiar querido en una sala de espera. En ningún momento ni esto, ni la pérdida de recursos puede justificar la agresión. Sin embargo, a pesar de que la crisis hace que pueda haber este tipo de tensiones, hay que reconocer que estamos ante una sociedad agresiva, en la que hay un clima de agresividad imperante. Se puede expresar ese malestar de muchas maneras, pero nunca vamos a tolerar que la forma sea una agresión o una amenaza.

Entre las peticiones de los médicos resalta la estabilización de los profesionales y la recuperación del salario, ¿cómo va el proceso en toda España?

Hemos alabado una política transversal como es la OPE extraordinaria nacional, ya que va a permitir que las autonomías tengan mayor capacidad para ofertar plazas. Esta OPE debería paliar en parte importante lo que la crisis ha generado. El índice de eventualidad o temporalidad antes de la crisis estaba en un 5%, y en los últimos años hemos llegado a registrar cifras del 35 y el 40%. Hemos ido poniendo parches pero no hemos estabilizado plantilla. Está más que demostrado que la estabilidad genera un entorno asistencial y profesional mejor. El médico desarrolla mejor su trabajo cuando lo hace en un mismo lugar, no obstante, quienes se benefician son los pacientes, sobre todo en Atención Primaria. Un médico de familia no puede cambiar para un paciente cinco o seis veces al año. Esta ruptura ha venido derivada de esa eventualidad creciente eso es lo que queremos recuperar por el bien de los profesionales y, especialmente, por el bien de los ciudadanos, pues la continuidad asistencial es la base de la calidad.

A menudo se oye que hay una falta de especialistas, ¿qué se puede hacer para paliar este problema?

Faltan ciertos médicos con ciertas especialidades en ciertos entornos concretos. Con la crisis, no hemos puesto en marcha el registro de profesionales, por tanto, no sabemos cuántos médicos hay actualmente ni cuántos se van a jubilar en los próximos años y dónde los vamos a necesitar. Además, hemos tenido una política de reposición cero o muy baja. Con lo cual, no hemos cubierto las jubilaciones y no tenemos certeza de que los especialistas que hemos formado se vayan a quedar aquí. Por lo tanto, o instamos a hacer políticas para fidelizar y evitar la pérdida de talento, o el propio talento que sale del presupuesto de todos los canarios se irá. Este es el gran esfuerzo por el que deberían trabajar en común todas las consejerías.

Este año ha habido una alta incidencia de la gripe y se han colapsado muchos de los servicios de Urgencias en España, ¿cómo evitamos que esto pase cada año?

La gripe no tiene edades y siempre se produce una sobrecarga. Ya de por sí los servicios están sobrecargados porque las políticas de reposición que tenemos no son suficientes, y si esto no lo prevemos -que entre comillas es fácil-, los que ya están de por sí masificados o sometidos a presión, se someten a mucha más presión. Esto es cíclico, pero nadie le pone el cascabel al gato. Es decir, si sabemos que va a venir la gripe, nos vendría bien hacer contrataciones de tres meses que pudieran ir de 1 de diciembre al 28 de febrero para reforzar los centros. Y si no hay gripe, este personal se puede dedicar a hacer trabajos no asistenciales. En verano, que parece que disminuye la asistencia, pues depende. Aquí en Canarias sois dos millones de habitantes, pero no sois los únicos. Todo el año hay una población importante que al final acaba yendo a los centros. Por tanto, lo que creo es que hay que mejorar la planificación para que esto no se convierta en una noticia que todos los años la prensa difunde, porque el día que venga fuerte de verdad nos va a coger regular.

¿Considera que se está privatizando la sanidad?

Como organización nos hemos definido como defensores del modelo sanitario que tenemos. Teniendo en cuenta que nada es blanco ni negro, creemos que el sistema público debe ser el eje vertebrador de la actividad asistencial. No obstante, no es que haya que hacer sostenible el sistema, es que hay que financiarlo de manera adecuada. Y es que hay ciertas personas que no pueden llevar una lista de espera un año porque dependen de su trabajo. Por eso, lo que está ocurriendo es que, el que puede, está sacándose una póliza o un seguro privado que es lo único que ha crecido en la sanidad en los últimos años. ¿Eso se llama privatizar? No lo sé, entiéndalo como quiera, pero estamos de alguna manera facilitando el crecimiento del entorno privado. El miedo que tenemos no es que exista el entorno privado, porque entendemos que es necesaria la colaboración público-privada. Pero otra cosa es que se facilite la privatización para generar, finalmente, desigualdades. De esta manera, quien tenga recursos podrá hacer ciertas cosas, y el que no, no. Lo ideal sería establecer un entorno colaborativo.