Todo aconsejaba que no se jugara el partido entre el CD Tenerife y el CD Lugo, previsto para ayer domingo a las 19:00 horas en el Heliodoro Rodríguez López. La declaración de situación de alerta máxima de la Dirección de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias y del decreto publicado por el área de Gobierno de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz no dejaba margen de maniobra, puesto que obligaba a la "suspensión de cualquier actividad de ocio, tanto deportiva como cultural y de similar naturaleza que, desarrollándose al aire libre, conllevara la afluencia de público y que estuviera prevista realizar a partir de las 06:00 horas y hasta las 23:59 horas".

La decisión final de la suspensión de un encuentro queda en manos de la Federación Española (RFEF), tal y como recoge el artículo 230 de su reglamento general. En ese apartado, se habla de "causas excepcionales" que imposibiliten su celebración. Incluso, se detallan las mismas: mal estado del terreno de juego; inferioridad numérica de un equipo, inicial o sobrevenida; incidentes de público; insubordinación, retirada o falta colectiva o razones de fuerza mayor. En este último apartado entrarían las cuestiones relacionadas con el escenario que se daba ayer en la Isla.

Pero pese a la declaración de alerta máxima, las autoridades recomendaron al club insular esperar por el parte meteorológico de las 12:00 horas de ayer por si se rebajaba el nivel de la alerta. Al no ser así, se activaron las conversaciones para proceder al aplazamiento del encuentro. LaLiga ya se había interesado por la situación en la mañana del sábado. Ahí se produjo el primer contacto, alertado el organismo que rige la competición en Segunda por el cierre de la Ciudad Deportiva Javier Pérez para todo el fin de semana.

En el reglamento general de la RFEF, se pide "agotar todos los medios para que el encuentro se celebre o prosiga". De ahí que se aguardara hasta el mediodía de ayer para hacer efectivo el aplazamiento. La entidad blanquiazul también se había puesto en contacto con el CD Lugo, que inició inmediatamente las gestiones para cambiar los billetes de vuelta de toda la expedición a la mañana del martes. Viendo que tal posibilidad era factible, quedó operativa la primera opción de cualquier suspensión de un partido: disputarlo en las 24 horas posteriores al horario fijado inicialmente.

En este sentido, la escuadra lucense sí tenía clara esta opción como la menos lesiva para sus intereses antes de tener que afrontar un nuevo desplazamiento completo a tierras canarias. También lo veía así el conjunto local, puesto que la situación clasificatoria no aconseja tener un partido pendiente para las próximas semanas si se trata de recuperar el ánimo en el intento de remontada.

En cuanto al horario establecido para hoy, jugarlo a las 20:00 hubiera beneficiado a la afición local. Pero en esta decisión también entraban en liza las televisiones a la hora de fijarlo. Por eso, tras ser consultadas las plataformas con los derechos para emitir el choque, quedó establecido para las 19:00.

LaLiga fue la primera en hacer oficial la suspensión del encuentro, así como su nuevo horario. Lo hizo a través de su cuenta oficial en twitter a las 12:30 horas. A continuación, se sumó el Tenerife por la misma vía. Anunció, eso sí, más información en su página web. Allí detalló las medidas a tomar con los que quisieran recuperar el dinero de sus localidades. Por último, el Lugo también se dirigió a sus aficionados a través de sus perfiles en las redes sociales. La noticia tuvo algún damnificado, en forma de aficionado gallego que se perderá el partido después de haber afrontado el costoso viaje a la Isla.