David Martín soñó con seguir la estela de su tío, Quico Cabrera, y hacer algo grande en el mundo del voleibol. A esa casi utopía la llamó CV Haris (Humildad, Actitud, Respeto, Ilusión, Sueño) y cada temporada da un paso más para convertirla en realidad. Consolidado en Superliga, habiendo debutado en Europa y con una Supercopa de España y una Copa de la Reina en sus vitrinas, el reto de 2018 era defender ese título en casa. Y lo ha conseguido.

¿Cuándo se empieza a gestar la posibilidad de traer la Copa de la Reina a Tenerife?

Empezamos hace dos temporadas a tener esa idea. Ya quisimos organizarla el año pasado, pero es ahora cuando hemos logrado reunir todos los ingredientes para que se hiciera en la Isla. Creo que cuando las instituciones vieron que ganábamos la Copa el año pasado se decidieron a apoyarnos en esta iniciativa.

¿Qué supone traer una competición así 18 años después? ¿Era un reto para ustedes?

A nivel organizativo y de club puede que sea hasta prematuro. Pero han pasado casi 20 años y supone algo muy bonito para nosotros traerla de nuevo a Tenerife. Es un gran momento para los equipos tinerfeños en Superliga, donde hay tres, y está en auge el deporte femenino.

¿Qué tal va la organización?

La pista está montada desde hoy, con toda la publicidad y ya solo nos quedan detalles de última hora que siempre surgen. Estamos también con los ensayos generales de los distintos actos, desde la presentación a la entrega de premios.

¿Qué presupuesto tiene un evento así?

Unos 60.000 euros, aunque creo que va a superar esa cifra. Siempre hay gastos de última hora. Intentaremos que con acciones de taquilla, la cantina, la venta de merchandising y patrocinios que se sumen a última hora se pueda recuperar esa cantidad. Te pongo un ejemplo: el taraflex (suelo específico de voleibol) que estaba aquí estaba en malas condiciones. Lo hemos tenido que traer de la Península. Luego hay unos gastos derivados de la televisión...

¿Espera que el público tinerfeño responda?

Queremos que se recuerde esta Copa también por el apoyo de la afición. La venta de abonos va bastante bien. Además, hemos hecho acciones con todos los equipos de la Isla, con los patrocinadores... Nos gustaría tener lleno el Juan Ríos Tejera, aunque unas 1.500 personas ya sería un éxito en un aforo de 1.800. Además, los partidos serán ofrecidos por varias emisoras de radios en directo, por streaming en las televisiones locales, Teledeporte, la final por Televisión Canaria? Creo que se verá bastante.

Usted está trabajando en la organización y preparando al Dimurol Libby''s. ¿Cómo lo hace?

La pasada semana estuve más centrado en lo extradeportivo y esta semana más en lo deportivo, pero el equipo llegará en el mejor estado de forma. Nuestro gran reto deportivo es el partido del sábado, esa es nuestra final.

Defender el título, ¿es un reto o un añadido de presión?

La presión la tiene Logroño, por presupuesto e historia. Ellos deben conseguir todos los títulos. Para nosotras, buscar un hueco en la final ya es un reto.

Ha cambiado algo la plantilla durante la temporada. ¿Les va a faltar tiempo para llegar bien?

Deportivamente ha sido todo muy apresurado. Hemos tenido que reestructurar la plantilla, pero creo que hemos dado con la tecla. Físicamente llegamos bien y tácticamente nos vamos amoldando. Reconociendo, eso sí, que la apuesta ha sido arriesgada.

¿Algún contratiempo?

Patri Suárez tuvo un esguince de tobillo bastante grave, pero ya está jugando y será importante también en la Copa.

¿Prefiere a Las Palmas o al Arona en semifinales?

Cualquiera de los dos. Yo para las quinielas soy muy malo y seguro que sale lo contrario de lo que diga. Son el tercero y el cuarto y el que nos toque será un duro rival. El que menos errores cometa será el que gane.