Representantes institucionales vascos y dirigentes políticos han criticado hoy las reflexiones expresadas por el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, sobre el feminismo.

Las palabras pronunciadas ayer por Munilla en su programa de Radio María, en el que dijo que "el demonio" había "metido un gol desde sus propias filas" al feminismo, han merecido el reproche unánime de dirigentes del Gobierno vasco, la Diputación de Gipuzkoa y los ayuntamientos de San Sebastián y Bilbao.

El propio Munilla, que hoy ha participado en un acto en la Universidad de Deusto, se ha ratificado en sus afirmaciones, aunque ha rechazado algunas interpretaciones que se hicieron ayer de sus palabras.

"La frase" que pronunció el obispo, tal y como él mismo ha aclarado hoy, es que, "aparte de la violencia machista, la mujer está asumiendo un holocausto femenino, del cual nadie habla y por el que faltan 120 millones de mujeres, debido al aborto selectivo", y ese "es el gol que el demonio ha metido al feminismo radical".

Ha defendido un feminismo "de equidad", que entiende que la mujer "tiene que estar protegida" para tener los mismos derechos que los hombres en "su dignidad laboral", y ha considerado que su postura no es divergente de la expresada por el arzobispo cardenal de Madrid, Carlos Osoro, quien apoyó la huelga del 8 de marzo y dijo que hasta la Virgen María "la haría".

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ha opinado que la postura de Munilla sobre la huelga feminista es "incomprensible, desafortunada e inoportuna".

"Dudo seriamente de que alguien en la sociedad vasca pueda comprender su sentido, alcance y contenido, pero dudo también seriamente de que incluso sea compartido de manera generalizada en el seno de la comunidad eclesial", ha dicho el portavoz del Ejecutivo vasco.

También el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha censurado las palabras de prelado, de las que ha dicho que se sitúan "fuera de lo que piensa la mayoría" de la ciudadanía de este territorio.

Aunque ha admitido que no ha escuchado las palabras de Munilla, sino que ha leído "los titulares", estos recogen "conceptos y modos de apreciar la realidad que están absolutamente fuera de lo que en este momento es el territorio de Gipuzkoa" y "no coinciden con el punto de vista de la mayoría de la ciudadanía".

Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha opinado que las declaraciones del obispo son "absolutamente anacrónicas" y están "fuera de todo lugar".

"Me parece que es vivir en otro mundo", ha dicho Goia, quien ha añadido que tiene la impresión de que Munilla "lleva demasiado tiempo metiéndose goles en propia puerta" y éste "es un caso más".

Su homólogo bilbaíno, el alcalde Juan María Aburto, también del PNV, ha manifestado que no se siente representado por las reflexiones del prelado, de quien ha dicho que "una vez más, ha patinado".

El secretario general del PSE-EE de Gipuzkoa, Eneko Andueza, ha dicho que las palabras del obispo donostiarra "banalizan la desigualdad contra la que luchan las mujeres y demuestran una gran insensibilidad ante los problemas que éstas sufren".

"Son referencia propias de los procesos de la Santa Inquisición contra herejes y brujas. Si pudiera, Munilla mandaba a la hoguera a las feministas", ha asegurado el secretario general de los socialistas guipuzcoanos.

En el mismo sentido, la coordinadora de Ezker Anitza-IU en Gipuzkoa, Arantza González, ha asegurado que el obispo "tiene miedo a las mujeres y al movimiento feminista que las ha empoderado".

"Las mujeres no necesitamos el tutelaje de los hombres, ni de las religiones para decidir si queremos o no ser madres, o decidir cómo vivimos nuestra sexualidad", ha dicho González.