La huelga de los trabajadores del sector de las ambulancias afectará principalmente a los transportes sanitarios programados, como los traslados de las altas hospitalarias o aquellos que se realizan a las sesiones de rehabilitación.

Así lo anunció ayer Pedro Moreno, coordinador de la FSC-CCOO en la mesa negociadora del conflicto de ambulancias, durante una manifestación que se realizó durante la mañana de ayer a las puertas del Parlamento de Canarias. "Pedimos comprensión a la ciudadanía", insistió Moreno, que aseguró que para "traslados urgentes y tratamientos oncológicos o diálisis, el servicio está garantizado". En esta línea, el coordinador también recordó que la huelga afectará tanto a los trabajadores que operen en régimen de concesión administrativa como los de la actividad privada.

Entre pitos y banderas rojas, los más de 200 trabajadores del sector de las ambulancias de Tenerife, según los organizadores, solicitaron la mediación de la Consejería de Sanidad, y concretamente del consejero, José Manuel Baltar, en este conflicto entre el sector y la patronal.

"A este conflicto se llega una vez agotadas todas las vías de diálogo con las patronales ACEA (que representa mayoritariamente los intereses de la empresa Tasisa, que ofrece servicios a Fuerteventura, Lanzarote, El Hierro, Gomera y Tenerife) y ARCEA (que representa mayoritariamente los intereses de la empresa Aeromédica, que opera en Gran Canaria y Tenerife)", explicó el colectivo en un comunicado de prensa.

Con la huelga, se pretende alcanzar un acuerdo para "desbloquear" el tercer convenio del sector que se viene negociando desde septiembre de 2016. La petición principal de Comisiones Obreras, a la que se une USO, es "recuperar el salario que los trabajadores han tenido congelado durante los años de la crisis", como afirmó Moreno.

Por tanto, para los sindicatos, este nuevo convenio "debe garantizar la revisión de los salarios de los aproximadamente 2.000 trabajadores de todo el Archipiélago, teniendo en cuenta que han estado sometidos a recortes en los años 2012, 2013, 2014 y 2017, lo que ha generado importantes pérdidas en su poder adquisitivo".

La oferta presentada por estos dos sindicatos contemplaba una congelación salarial para el año 2017, un incremento del 1,5% para el año 2018 y un aumento del 3% en los años sucesivos hasta el 2021, fecha prevista de finalización del convenio que se está negociando.

La patronal, según CCOO y USO, ha rechazado esta propuesta bajo el argumento de inviabilidad para la prestación del servicio, y propuso en contrapartida la congelación en el año 2017, el incremento del 0,5% en 2018 e incrementos del 2% en años sucesivos.

Dicha oferta fue valorada como "claramente insuficiente" por parte de los sindicatos.

Según comentó el coordinador de la mesa negociadora, el objetivo de estos paros a partir del 14 de marzo, es el de "presionar" para llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes. De hecho, afirmó que, en el caso de que se llegue a tal entendimiento, se podría llegar a desconvocar la huelga.

UGT no apoya la huelga

El otro sindicato mayoritario del sector de las ambulancias, UGT, ha decidido no apoyar la huelga que comenzará el próximo 14 de marzo. Según afirmaron, no están buscando "pedir limosna", palabra con la que definen las reivindicaciones de CCOO y USO. Además criticaron el movimiento porque "no se han reunido y sentado a negociar con los directivos del Servicio Canario de la Salud (SCS)". Una acusación que, sin embargo, los sindicatos convocantes desmienten al asegurar que no han recibido "respuesta alguna de sus llamamientos a la Consejería de Sanidad del Gobierno canario para que mediara en el conflicto".