Luis Milla presenta dotes de liderazgo en la sala de prensa, igual que en el campo. En sus declaraciones, deja un mensaje cargado de optimismo, sin caer en la tentación de fantasear con objetivos a largo plazo. Le basta con mirar su escudo para no poner límites.

"Claro que creemos", responde con firmeza al ser cuestionado por las opciones del equipo de clasificarse para la promoción. Y no necesita muchos argumentos para justificarse. "Somos el Tenerife y el equipo tiene que ser ambicioso", advierte poniendo el contrapunto en la misma respuesta, por si acaso. "Tenemos que ser conscientes de dónde venimos, porque hace cuatro semanas pasamos por una situación complicada", añade refiriéndose a la proximidad con los puestos de descenso.

Al igual que sus compañeros, tiene la sensación de que ya pasó lo peor. Ahora, en plena racha de diez puntos de doce, el partido con el Oviedo llega como una "ocasión única" de recortar distancias con un conjunto que "ahora se ha convertido en un rival directo". Milla aprovecha la ocasión para meter en este desafío a los asistentes al Heliodoro. "Con nuestra gente, es más fácil", garantiza después de haber jugado dos partidos como local con el Tenerife. "El ambiente que se genera en el estadio es brutal para que tiremos para arriba".

Y de reojo, le echa un vistazo a un calendario que medirá a los blanquiazules con tres conjuntos de "playoff" en las cuatro próximas jornadas. "Inconscientemente lo ves, pero es algo que no te sirve si luego no le ganas al Oviedo".