Más de nueve meses después de su última contienda -derrota por nocáut frente al marroquí Redouan Laarkoubi en el santacrucero Quico Cabrera-, Jonay Risco vuelve para dar "guerra", como él mismo afirma. La empresa de este viernes es del todo compleja: el sanmiguelero tratará de defender su título de la Enfusion Live, en menos de 70 kilos, frente a Buakaw Banchamek, un tailandés de leyenda que cuenta con 230 triunfos en 275 apariciones.

El duelo, a cinco asaltos de tres minutos cada uno, será el combate de fondo de una velada a celebrar en auditorio de Du Forum de Yas Island, en Abu Dabi. Risco, junto a su preparador Moisés Ruibal, parte hoy rumbo a Dubai -más de siete horas de vuelo- después de haber hecho noche en Madrid.

Antes de su traslado, el sureño atendió a EL DÍA para asegurar que "las sensaciones son fantásticas. Me encuentro superfuerte y estoy supermotivado. Voy a ir con la idea de ganar y plantear la pelea sin ningún tipo de complejos". Todo, a pesar de llevar un largo parón sin competir. La idea era volver con una pelea "un poquito más tranquila de entrada", pero "salió la oportunidad y tenía que revalidar el título o perderlo", comenta.

Risco ha pasado unos meses centrado en su rodilla izquierda. Una tendinitis le ha llevado por la calle de la amargura. Pero ya "va mejor. No me está dando muchos problemas. Honestamente, creo que la rodilla no está al 100%, pero está para aguantar un par de zurriagazos más", explica con ciertas dosis de humor.

Banchamek, estrella mundial del k1, se interpone en la mejoría de su articulación. "Es uno de mis referentes, con el que crecí y admiré siempre. De hecho, aún lo hago. Es un honor y un orgullo pegarme con él", sentencia el tinerfeño.

Jonay visualiza "una pelea de mucho ritmo, con mucho boxeo y low kicks. Sus últimas peleas las ha ganado por nocáut y creo que va a pecar de soberbia. Va a intentar noquearme. Trataré de aprovechar ese exceso de confianza que creo que tiene", avisa.