La Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo chino, votará mañana la polémica reforma de la Constitución que contempla la eliminación del límite de dos mandatos presidenciales, lo que permitirá a Xi Jinping mantenerse en el poder más allá de 2023.

La reforma de la Carta Magna ha acaparado el interés nacional e internacional de esta cita anual de la ANP en Pekín, pues probablemente reforzará el culto a la figura de Xi, que asumió la presidencia en 2013, y lo elevará al mismo nivel que Mao Zedong, padre de la china comunista.

Pese a las preocupaciones que ha suscitado el intento de Xi de perpetuarse en el poder, el líder chino defendió recientemente este cambio constitucional al presentarlo como "una medida clave para modernizar el sistema de China y la capacidad de gobernancia".

Cerca de 3.000 delegados votarán este domingo en el Gran Palacio del Pueblo la reforma constitucional, para la que se requiere el apoyo de al menos dos tercios, aunque nadie duda de la aprobación de la enmienda que eliminará el límite de dos mandatos, de cinco años cada uno, para el presidente y el vicepresidente del país.

La posibilidad de que Xi no se retire del poder en 2023, cuando teóricamente acaba su segundo mandato, era motivo de especulaciones desde noviembre del año pasado, cuando el XIX Congreso del Partido Comunista (PCCh) se clausuró con nuevos líderes de la formación, pero sin un heredero aparente para el presidente y secretario general.

También se da por hecho el apoyo de los delegados a la inclusión en la Constitución del pensamiento político de Xi sobre el "socialismo con características chinas en una nueva era", que ya fue inscrito en los estatutos del partido durante su XIX Congreso.

Entre las enmiendas a la Carta Magna que se decidirán mañana también se encuentra la introducción de un nuevo organismo anticorrupción nacional dentro de la campaña contra la corrupción en el seno del PCCh que se ha intensificado bajo el mandato de Xi.

Desde que se anunció la votación de la modificación constitucional, el brazo censor chino ha bloqueado cualquier debate ante la posible presidencia vitalicia del presidente.

Un grupo de intelectuales chinos encabezado por el columnista Li Datong escribió una carta a varios legisladores que votarán la reforma constitucional para pedirles que se opongan a ella, porque "causará ridículo entre todos los países civilizados del mundo" y "será un paso atrás en la Historia que podría ser la semilla del caos".

La carta defiende que la limitación de dos mandatos fijada en la Constitución se hizo precisamente "para evitar la dictadura personal y que un individuo se pusiera por encima del Partido", por lo que podría "causar un daño interminable".

Desde que entró en vigor en 1982 la actual Carta Magna china, sólo ha sido modificada en cuatro ocasiones, la última de ellas hace catorce años.