Un jurado popular tiene previsto juzgar desde este próximo lunes s un hombre por acabar con la vida del novio de su hermana, al que supuestamente dio varias puñaladas con un cuchillo y puñetazos en la vivienda que compartían en la localidad malagueña de Benalmádena. El fiscal solicita que se le condene a 22 años de cárcel.

Los hechos sucedieron en febrero de 2016. Según las conclusiones iniciales del fiscal, a las que tuvo acceso Europa Press, el acusado y la víctima compartía una vivienda en dicho municipio con la mujer y las hijas menores de ésta.

En un momento determinado, cuando la mujer no estaba, el procesado "se abalanzó de forma repentina y por la espalda" sobre la víctima, que estaba delante del ordenador, comenzando una disputa "violenta", según señala el ministerio público en su escrito provisional.

Así, esta acusación sostiene que, en el transcurso de esa disputa, el acusado propinó al otro hombre "varios puñetazos en el rostro y numerosas puñaladas en el cuerpo" con un cuchillo, "con el evidente propósito de causarle la muerte".

De esta forma, según las conclusiones provisionales del fiscal, produjo a la víctima un total de 13 contusiones y 21 heridas, de las que cinco eran muy graves, en concreto dos en el cuello, dos en los pulmones y otra en el corazón, "que resultó mortal".

A consecuencia de esto, el hombre falleció en la primera planta del inmueble donde fue a pedir auxilio. El arma supuestamente utilizada fue un cuchillo de cocina, que "al ser un instrumento especialmente peligroso para la integridad física de las personas tiene la consideración de arma prohibida según el vigente reglamento de armas", dice la acusación pública.

Por estos hechos, la Fiscalía acusa al procesado por un delito de asesinato, por el que solicita una pena de 20 años de prisión, y de otro de tenencia ilícita de armas, por el que pide una condena de dos años. Además, insta a que indemnice a la madre del fallecido con 150.000 euros.