Un fuerte e inesperado oleaje sorprendió ayer a vecinos y visitantes de Garachico entre las 20:00 y las 21:00 horas, y obligó a retirar con grúa una quincena de vehículos estacionados en la avenida marítima, según confirmó el alcalde, José Heriberto González.

Un testigo confirmó que varias olas "subieron" a la avenida marítima y movieron varios coches, precisando el alcalde que "se vivieron algunos momentos de apuro", si bien matizó que la situación de anoche no es más exagerada que otra veces, solo que "sí que se produjo de forma inesperada".

El regidor municipal precisamente recordó anoche sus declaraciones, que publicó EL DÍA en su edición de ayer, en las que decía: "No podemos seguir vigilando el mar a ojo". "En las últimas semanas tenemos los dos ejemplos. Días atrás se decretó una alerta de olas de seis metros y medio, y no pasó nada. Ayer, después del mediodía, se decretó una prealerta, diciendo que podrían llegar olas de hasta 3 mestros, que nunca saltan a la avenida marítima. Y precisamente entraron en la avenida".

Heriberto González dijo que el mar de Garachico es complejo y precisa de otros medios de detección, máxime porque la avenida es una carretera comarcal y cuando se decreta una alerta obliga a su cierre y a desviar el tráfico por el casco histórico. Anoche -que ya se había "marchado el mar", dijo el alcalde- se cerró la avenida y se apagaron las luces de la vía a la espera de valorar hoy los posibles daños.