El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf) ejecuta la impulsión de agua desalada a San Isidro (Granadilla de Abona) para garantizar abastecimiento de este núcleo, con más de 20.000 habitantes. Los trabajos, encomendados a la empresa pública Gestión Insular de Aguas de Tenerife (Gesta), fueron adjudicados a Satocan por 1.449.083, 64 euros.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, resaltó estos trabajos "ante la progresiva reducción de los recursos hídricos en el sur de Tenerife, unido a la creciente demanda de agua".

Tras destacar la labor desarrollada por el Ciatf, el vicepresidente y consejero de Cooperación Municipal, Aurelio Abreu, hizo hincapié en la importancia de diversificar las fuentes para obtener agua -en este caso a través de la desalación-, para preservar el acuífero.

Por su parte, el consejero de Aguas, Manuel Martínez, indicó que los trabajos para esta impulsión están muy avanzados. "El plazo teórico (14 meses) acaba en septiembre de 2018, pero la previsión es que concluyan en junio". Dijo que para esta obra de impulsión de agua se han colocado 2.700 metros de tubería, una infraestructura necesaria para llevar agua desalada hasta el depósito de Yaco, situado en Granadilla.

Esta actuación obedece a la planificación de los sistemas territoriales de infraestructuras para el suministro de agua desalada, que se recoge en el Plan Hidrológico de Tenerife. En el caso de la comarca de Abona, el Ciatf completó las infraestructuras necesarias con estaciones de bombeo y depósitos que permiten elevar el agua desalada producida en la EDAM Granadilla hasta cotas superiores a los 400 metros, aumentando la eficacia de la distribución de agua desalada para los municipios de esta comarca.

Para materializar dicho sistema, colocaron estaciones de bombeo y depósitos a cota inferior para, a largo plazo (horizonte 2027), rebombear parte del agua hasta alcanzar las cotas más altas.