Los barcos, los guerreros, la vida cotidiana, la organización social o las creencias religiosas son algunos de los aspectos de la cultura de los países nórdicos desde el siglo VIII hasta el XI (800 -1050) que se analizan en la exposición "Vikingos. Guerreros del norte, gigantes del mar", que se inauguró ayer, en el Espacio Cultural de CajaCanarias en la capital tinerfeña, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 11 de agosto. También se celebrará una serie de actividades complementarias como conferencias y proyecciones, entre otras, dirigidas al público infantil y juvenil sobre el periodo vikingo.

Esta muestra fue presentada en un multitudinario acto en el que participaron Petra Rotthoff, directora de exposiciones de Museums Partner; Camilla Mordhorst, subdirectora del Museo Nacional de Dinamarca; Peter Pentz, conservador del Museo Nacional de Dinamarca, y Alberto Delgado, presidente de la Fundación CajaCanarias.

Esta iniciativa, organizada en colaboración con el Museo Nacional de Dinamarca, está integrada por más de seiscientas piezas históricas distribuidas en torno a varios apartados generales, en los que se muestran los resultados de las últimas investigaciones realizadas sobre cuestiones relaciones con la construcción de sus barcos o su fama de feroces guerreros que no vestían "cascos con cuernos".

También se abordan otros aspectos, en especial en el ámbito de Dinamarca, como sus relaciones comerciales, que los llevaron hasta recónditos países como Irak o Canadá, su vida cotidiana, mostrada a través de sus viviendas, la vestimenta que utilizaban, la artesanía que desarrollaron, la jerarquía social establecida, con el poder de sus reyes y los miembros de su familia, además del mundo de sus creencias, la mitología y la religión.

Las investigaciones arqueológicas y la historia han concluido que los vikingos, pueblos nórdicos que habitaron en Dinamarca, Noruega, Suecia e Islandia, además de los lugares que saquearon, entre ellos el sur de España (Orihuela), eran unos magníficos navegantes que desarrollaron una avanzada técnica de construcción de barcos, denominados, "drakkar" y "knarr", tanto para uso militar como comercial, respectivamente.

Alberto Delgado destacó el interés de la Fundación CajaCanarias por promover el conocimiento de la historia, como ocurrió con la anterior muestra dedicada a Egipto, visitada por veinticinco mil personas, y proponer en esta ocasión "una mirada diferente a los vikingos", ajena a la que se ha reconstruido a través del cine y las series de televisión, como también apuntó Camila Mordhorst.

La subdirectora del Museo Nacional de Dinamarca indicó que los vikingos eran guerreros, pero también campesinos y artesanos, facetas reflejadas en los numerosos objetos reunidos en la exposición, todos ellos originales del periodo comprendido entre los años 800 y 1050, cuando ya se estableció el cristianismo en estos pueblos y cuando los germánicos se hicieron con el poder.

El conservador del Museo Nacional de Dinamarca, Peter Pentz, que hizo de guía a la exposición "Vikingos. Guerreros del norte, gigantes del mar", explicó que existía una imagen estereotipada de las cultura de los países escandinavos, que se podrá conocer a través del contenido de la muestra reunida en Santa Cruz, objetos que utilizaron y reflejan cómo era la mentalidad y la forma de pensar de los vikingos, sus ideas y sus peculiares símbolos.

Esta propuesta, ambientada casi en la penumbra, cuenta con paneles proyectados sobre tela con textos explicativos relacionados con los objetos mostrados, además de audiovisuales, comienza con la réplica de un pequeño barco con vela en el que se pueden observar cómo era la avanzada tecnología vikinga.

Peter Pentz aclaró que el casco exterior lo hacían con maderas superpuestas que cortaban con hachas, no con sierras, para preservar la calidad de la madera, por lo general roble.

En la siguiente sala se profundiza en los barcos de guerra y los mercantes, sus características, un gráfico sobre cómo se construían y las rutas que siguieron. Se exhiben dos remos del barco Roskilde 6, un "drakkar" que medía treinta y siete metros. Llevaba la representación de un dragón en el mascarón de proa. En el suelo está dibujada su silueta a tamaño real. También hay un timón lateral, remaches de hierro para la fijación de las tablas o la figura de un animal para decoración.

El apartado de religión y creencias alberga en una serie de vitrinas de cristal colgantes, cuentas de collar, fíbulas, amuletos, engarces, distintos ajuares, que representan a Odín, Thor, Freyr, Walkirias y Völvas, además de dos piezas "estrella" muy valiosas, la réplica de la Piedra de Jelling, erigida en el año 965, y la del Crucifijo de Aby, el más antiguo de Dinamarca.

Asimismo, se exhiben herramientas y útiles cotidianos de los vikingos, como alicates, martillos, hachas, yunques, cuchillos, moldes, agujas de coser, cadenas, cucharas, vasos, copas, botones, joyas y abalorios como anillos, pulseras, collares, brazaletes, broches, peines, monedas, armas como espadas, puntas de lanza, flechas, o equipamientos para caballos, como estribos, entre otros muchos elementos que utilizaron aquellos antepasados de los escandinavos para desarrollar su estilo de vida y que describen también la habilidad de sus artesanos.

El apartado centrado en los reyes, la aristocracia y su organización social -eran asamblearios- presenta en una vitrina la reconstrucción de la vestimenta de un rey y el de una dama, hallada en un enterramiento en Dinamarca fechado en el año 974, fabricado con seda, piel, que indicaba haber viajado por el mundo, y telas de colores que demuestran que conocían los tintes.

La mujer llevaba un colgante, con una llaves, que simbolizaba su estatus social y significaba que abría todos los tesoros y las puertas de las granjas, porque gestionaba el campo, función de la que existen referencias escritas en varias lápidas.

"Vikingos. Guerreros del Norte, gigantes del Mar" se puede visitar de lunes a viernes (10:00-13:30 horas y 17:30-20:00), así como los sábados (10:00-13:30). Domingos y festivos permanecerá cerrada.

Las entradas, a un precio general de 5 euros, se encuentran a la venta a través de www.cajacanarias.com, mientras que personas menores de 26 años, mayores de 65, en situación de desempleo, con discapacidad y familias numerosas disfrutarán de entrada de carácter gratuito.

El universo vikingo ha arribado a Tenerife y se queda hasta el próximo 11 de agosto para seguir rumbo a América y Asia.

Piedra de Jelling

La réplica de la Piedra de Jelling, erigida en el año 965, ha sido calificada como el certificado de nacimiento de Dinamarca y el establecimiento del cristianismo como religión oficial del país. Fue levantada para proclamar el bautismo del rey Harald. Esta enorme pieza
tiene tres caras y está labrada en relieve. Una está grabada con letras rúnicas, que se emplearon para escribir en las lenguas germánicas. La otra contiene una fiera mitológica y la tercera un Cristo crucificado.

Cascos “sin cuernos”


Los cascos con cuernos constituyen un símbolo de la época vikinga en el imaginario popular, pero nunca se ha encontrado uno que los lleve. Al parecer, esta idea de los cascos con cuernos surgió a partir de las representaciones de mediados del siglo XIX de una de las óperas de Wagner. Hasta hoy solo se ha hallado un único casco vikingo intacto. Está datado en el siglo VIII y fue encontrado en Noruega. Consta de una especie de gafas protectoras del rostro, con perforaciones en su lateral derecho que tal vez sirvieran para fijar la cota de malla que protegía el cuello.