Gabriela Díaz Jorge tiene 22 años de edad y forma parte del escaso 3% de pilotos comerciales españoles que son mujeres. Esta joven icodense acaba de fichar por Canarias Airlines (Canair) y ha cumplido el sueño que tenía de niña: convertirse en la responsable de pilotar un avión lleno de pasajeros. Tras años de esfuerzo y estudio, Gabriela ha pasado, con alguna escala, de Icod al cielo.

Ella está acostumbrada a luchar. Es cinturón negro de taekwondo y llegó a ser campeona de Canarias en esta modalidad deportiva. Por eso, desde muy joven, empezó a pelear sin descanso por su sueño.

Esta icodense ha seguido, casi un siglo después, los pasos de Nancy Bird-Walton, nacida en 1915 en Australia y fallecida en 2009, la primera mujer que se convirtió en piloto comercial.

"Desde los 8 años ya sabía que quería ser piloto y, por eso, desde muy pequeña me regalaban aviones de juguete. Recuerdo que llamaba a los pasajeros a embarcar en el avión en plan de broma", relata Díaz. Muy pronto dará la bienvenida a pasajeros que vuelen entre islas.

Un tío suyo es piloto privado y en la familia hay bastante afición por la aviación. "Cada vez que tenía la oportunidad de subir a un avión, el piloto era para mí como un dios", recuerda.

Gabriela Díaz Jorge empezó su formación como piloto en la Escuela Aerotec, en Tenerife, pero luego tuvo que elegir entre seguir su formación en Sevilla o Madrid: "Acabé en la Escuela de Pilotos en un curso de vuelo instrumental y luego hice otro curso especializado".

"Estuve más de tres años en la Escuela de Pilotos, y tengo que reconocer que es una formación complicada. Terminé e hice mi parte teórica (más de 750 horas) y mis 200 horas de vuelo. Luego te dan las licencias y te presentas a las pruebas de las compañías. A mí me seleccionaron en Binter. Hice el curso especializado del avión que utilizan (ATR-72) y empezaré pronto a volar con ellos, a través de Canarias Airlines (Canair), un operador integrado en el sistema de empresas de Binter Canarias", cuenta ilusionada.

Inicialmente le tocará volar entre algunas de las Islas Canarias. En el futuro, quizás vuele aún más lejos.

"Creo que hay que luchar por tus sueños, por cumplirlos. Desde pequeña esto era lo que quería y me daba igual que fueran todo hombres. Cuando empecé, era la única mujer en mi clase", recuerda esta pionera de la aviación comercial en Icod.

"Ahora tengo mi licencia de piloto y ya estoy contratada -explica-, y eso es lo que me llena de satisfacción después de un trayecto de estudio y prácticas muy complicadas, dado que las compañías ponen muchos requisitos para seleccionar a sus pilotos".

"Es una profesión de hombres y en España solo hay un 3% de mujeres pilotos -remarca-. Son 6.000 hombres pilotos y yo tengo el privilegio de estar dentro de las menos de 200 mujeres pilotos que hay en España", según datos del Sindicato Español de Pilotos de Línea Aérea (Sepla).

Su pelea no ha sido solo por formarse, también por derribar barreras y estereotipos de género. Aún ahora, cuando ha logrado convertirse en piloto comercial, hay prejuicios que afloran: "Cada vez que voy a realizar un reconocimiento médico me preguntan: ¿Para azafata?, y yo tengo que responder: No, para piloto".

"Es una profesión mayoritariamente de hombres -insiste-, pero reivindico que esta profesión es también para las mujeres".

El pasado viernes, esta joven de Icod fue recibida, junto a su madre, por el alcalde de la Ciudad del Drago, José Ramón León (Somos Icodenses). Esta reunión sirvió, según valora el gobierno local, "para reconocer un hecho de trascendencia para la ciudad y destacar el papel de la mujer icodense en un ámbito como la aviación, donde la presencia femenina es aún minoritaria".