El médico Federico Antonio Gómez, representante de la Unión de Jefes y Directivos de Policía Local (Unijepol), ha propuesto hoy que para renovar el permiso de conducir sea obligatorio un informe médico que evalúe si el interesado está sometido a alguna medicación que le imposibilite ponerse al volante.

Así lo ha planteado este forense, miembro del Consejo Nacional de Unijepol y jefe de la Policía Local de Almansa (Albacete), en una jornada sobre Fármacos y Conducción de Vehículos organizada por la Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.

También han participado representantes de la Guardia Civil, la Dirección General de Tráfico, Ministerio de Sanidad, de Farmacia y de la CNAE, todos los cuales han advertido de que no solo el alcohol y las drogas sino también los medicamentos afectan a la conducción.

El representante de Unijepol cree necesario para acceder al permiso de conducir obligar a un informe de salud del médico de cabecera que indique las patologías y especifique la medicación que precisa el interesado de forma crónica, para presentarlo en el centro de reconocimiento de conductores y que este cuente también con este elemento para valorar su aptitud psicofísica.

Ha recordado que el periodo de vigencia del carné de conducir es de diez años y a partir de los 65 años de cinco.

No obstante ha comentado que colectivos médicos estiman que a partir de los 65 años debe renovarse con un intervalo inferior ya que las patologías ya suelen ser crónicas y convierten a las personas con estas edades en "polimedicados", con los consiguientes efectos y alteraciones cognitivas.

En este sentido Elena Valdés, asesora médica responsable de la Unidad de Aptitudes Psicofísicas de la Dirección General de Tráfico (DGT), ha apuntado que la población va envejeciendo y se estima que en el año 2030 un tercio de los conductores será mayor de 65 años con lo que tendrán más enfermedades y por lo tanto consumirán más medicamentos.

Por su parte, el teniente Alfonso García, profesor de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil, ha apuntado que en España el 43 por ciento de los fallecidos en accidentes de tráfico habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos.

Ha concretado que de ellos, el 68 por ciento alcohol, el 36 por ciento drogas y el 21 por ciento psicofármacos, y ha indicado que se estima que si nadie se drogara se ahorrarían cuatrocientos muertos al año en España.

Ha avisado que este año la Guardia Civil tiene previsto realizar 4.700.000 pruebas de alcoholemia y 150.000 de drogas.

"Los controles de medicamentos llegarán dentro de unos años cuando pongamos coto a los de alcohol y drogas", ha estimado.

También ha intervenido la doctora Beatriz de las Heras, profesora de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, que ha señalado que el 25 por ciento de la personas que conducen toman medicamentos, "sin contar con los que se automedican".

Ha explicado que pueden afectar a la conducción los ansiolíticos, los antidepresivos, los antiepilépticos, los opioides, que son los analgésicos más potentes, y los antihistamínicos, pero también otros para los que no son necesarias recetas médicas como los antigripales e incluso plantas medicinales.

Ha indicado que los efectos pueden ser somnolencia, alteraciones de la percepción, visión borrosa o doble, vértigo y en caso por ejemplo de diabéticos desfallecimientos por hipoglucemia.

En representación de las empresas farmacéuticas ha intervenido José Luis Romillo, jefe de Producto de Faes Farma, que ha dicho que el 25 por ciento de los medicamentos de venta en España pueden interferir en la conducción.