La Guardia Civil ha detenido esta tarde en Tenerife a un joven de 23 años como autor confeso de los homicidios de su abuelo, un empresario del sector platanero, y de sus padres adoptivos, cuyos cadáveres fueron encontrados en una vivienda del municipio de Arona con heridas de arma blanca.

El triple crimen salió a la luz esta madrugada, después de que el ahora detenido, R.O.M., se pusiera en contacto por teléfono "muy nervioso" con la Policía Local de Arona para denunciar que se había encontrado muertos a sus parientes en su vivienda, situada en una finca agrícola de la localidad de Guaza, en el sur de la isla.

Un equipo de la Guardia Civil llevó al supuesto testigo a la inspección ocular de la escena del crimen, donde se recogieron pruebas que comenzaron a poner de manifiesto las "incongruencias" del relato de R.O.M. sobre cómo había hallado los cuerpos, según ha informado el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra.

En un primer momento, el joven había contado a las fuerzas de seguridad que oyó ruidos al llegar a la casa y que sorprendió dentro a una persona que salió huyendo, tras forcejear con él.

Sin embargo, R.O.M. no pudo defender ese relato cuando agentes lo trasladaron a dependencias policiales para pedirle más explicaciones y hacerle ver las contradicciones en que incurría. Cuando le comunicaron que su situación legal pasaba a ser la de investigado por los tres homicidios, el joven confesó, ha precisado Díaz Guerra.

Por el momento, no ha trascendido nada más sobre la declaración del autor confeso de los hechos, ni de los móviles que le llevaron a matar a su abuelo y a sus padres adoptivos. Sí se sabe que R.O.M. todavía no ha sido puesto a disposición del juez de guardia en Arona, que ha declarado secretas las investigaciones.

Los fallecidos son un L.M.L., un empresario del sector platanero de 87 años originario de La Palma, pero que se asentó en el sur de Tenerife tras regresar a Canarias de la emigración en Venezuela.

Los otros dos muertos son su hija, C.N.M.M., una profesora de 59 años, y el marido de ésta, A.O.R., de 68, un empresario que, al parecer, tiene un negocio en la zona de Los Cristianos.

Las muertes se han producido por apuñalamiento y los investigadores no descartan ninguna hipótesis.

Tras conocer la noticia, algunos vecinos acudieron sorprendidos a la calle Abdón Rocha, donde se ubica la finca de plátanos dentro de la cual está la casa en la que encontraron los tres cadáveres.

Una de las vecinas ha comentado a Efe que el hijo ahora detenido "estaba muy unido" a sus parientes, puesto que siempre lo veía trabajando en las plataneras con su padre, que ya estaba jubilado.

Además, el abuelo era "una persona muy buena" que solía salir a pasear por la zona, ha dicho la vecina, quien a las 6.00 de la mañana, cuando salió de su casa para ir a trabajar, se percató de que algo había sucedido al ver una ambulancia y a la Policía.

Otra de las residentes en la zona ha resaltado que A.O.R. y C.N.M.M. formaban un matrimonio unido, al que solía ver en el supermercado haciendo la compra juntos o tomando café en el pueblo.

Un vecino que los conocía desde hace 20 años ha descrito a las víctimas como "una familia normal", aunque no tenía mucha relación con ellos ni sabía que tenían un hijo.

Se saludaban con afecto cuando se encontraban por el barrio, la última vez hace escasos días, ha relatado este residente en Guaza, que nunca se imaginó que hoy estaría frente a su casa viendo cómo la funeraria se llevaba los tres cadáveres.

Por su parte, el Colegio de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife ha informado de que se ha activado el Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes ante el triple crimen.