La Universidad de La Laguna (ULL) extenderá su software "antiplagio" a todos los trabajos de fin de grado (TFG) y lo pondrá a disposición de los investigadores principales (IPs) de los grupos de investigación y los directores de revistas del centro académico para que puedan revisar todos los documentos antes de que se publiquen.

La institución anunció en marzo del año pasado, hace justo un año, que verificaría todos los trabajos de fin de máster y tesis doctorales con el software "Turnitin", una aplicación diseñada para detectar fraudes académicos y asegurar que toda la investigación que difunde a través del repositorio de la institución responda a los criterios de rigor y ética.

El software, cuya licencia anual cuesta 5.000 euros, lo usó el año pasado de forma experimental la Escuela de Doctorado y Estudios de Posgrado, con ayuda del Vicerrectorado de Tecnologías de la Información y Servicios Universitarios.

Este año han decidido mantener la misma versión, que permite que un número importante de usuarios utilicen el aplicativo, lo que cubre las necesidades de la ULL.

El director de la escuela, Ernesto Pereda, considera que poner en marcha herramientas de este tipo tiene un efecto disuasorio. El curso pasado, cuando se adquirió, su departamento solo detectó dos trabajos de fin de máster (TFM) que contenían citas erróneas, pero "los alumnos lo subsanaron en la siguiente convocatoria".

"Turnitin" no está solo en el mercado: existen otras herramientas gratuitas similares, pero no incluyen un volumen tan amplio de documentos para poder efectuar la verificación. Además, no todos detectan copias en traducciones o resúmenes.

Las funcionalidades de "Turnitin" pueden ampliarse, pero su coste anual también subiría. "Lo ideal sería integrarlo con el sistema de docencia virtual, para que todos los trabajos que enviaran los estudiantes se revisaran de manera automática", señala Pereda. Esta versión es más cómoda, pero también "más cara". En la actualidad su uso está restringido y es el profesorado el que tiene que revisar los documentos, explica.

"Turnitin" fue diseñado por cuatro estudiantes de la Universidad de California en 1998. Este aplicativo, que es utilizado por universidades de todo el mundo, detecta en cuestión de minutos si un autor ha plagiado. La comprobación se hace entre 45 millones de documentos y en distintos idiomas. Para alimentarse, el "software" incorpora a su base de datos cada tesis que se sube para iniciar el proceso de comprobación, lo que la enriquece y la mejora. Si se detecta menos del 25% de coincidencias, el sistema entiende que son "citas". Si ese porcentaje oscila entre el 25 y el 60%, la posibilidad de copia es muy elevada. Por encima no hay dudas: el alumno o investigador ha copiado.